Vacunarse durante el embarazo es una estrategia fundamental para resguardar la salud tanto de la madre como del bebé frente a infecciones graves.
Lejos de implicar un riesgo, las vacunas recomendadas durante la gestación estimulan la producción de anticuerpos que atraviesan la placenta, otorgando al recién nacido una protección vital en sus primeros meses de vida.
Durante el embarazo, el sistema inmunológico de la mujer se ajusta para permitir el desarrollo del feto, lo que la vuelve más propensa a infecciones respiratorias como la influenza, el COVID-19 y el virus sincitial respiratorio (VSR), las cuales pueden provocar complicaciones graves como partos prematuros, retraso en el crecimiento del bebé o incluso la muerte materna o fetal, alertan los expertos.
“La mujer embarazada pertenece a un grupo vulnerable, ya que su sistema inmune se modula para no rechazar al feto”, explicó la doctora Irma Viridiana Cruz Rodríguez, ginecóloga entrevistada por Excélsior.
Las vacunas consideradas seguras durante el embarazo incluyen la TDAP (contra tétanos, difteria y tosferina acelular), la de influenza, la vacuna actualizada contra el COVID-19 y, en algunos países, la del VSR. Estas deben administrarse en momentos clave del embarazo para asegurar la transferencia adecuada de defensas al feto.
¿Por qué es tan importante vacunarse en esta etapa?
La placenta actúa como canal inmunológico entre madre e hijo. A partir de la semana 13 del embarazo, comienza a transferirse inmunoglobulina G (IgG), un tipo de anticuerpo que protege al bebé de infecciones. “La placenta es el medio a través del cual se transmiten estos anticuerpos, que funcionan como un escudo”, detalló la doctora Cruz Rodríguez en un foro sobre vacunación en el embarazo.
Después del nacimiento, la leche materna proporciona inmunoglobulina A (IgA), que refuerza la inmunidad del bebé durante sus primeros seis meses, una etapa en la que su sistema inmune aún está en desarrollo. En ese periodo, los bebés son especialmente vulnerables a infecciones respiratorias como bronquiolitis o neumonía, por lo que la inmunidad materna es clave.
Vacunas recomendadas durante el embarazo:
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TDAP (Tétanos, Difteria y Tosferina Acelular)
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Cuándo aplicarla: Entre las semanas 27 y 36.
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Beneficio: Protege al bebé contra la tosferina, una infección respiratoria potencialmente mortal durante los primeros meses de vida.
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Influenza
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Cuándo aplicarla: En cualquier trimestre, idealmente entre septiembre y febrero.
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Riesgo de no aplicarla: Puede causar neumonía, hospitalización e incluso muerte en embarazadas.
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COVID-19
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Cuándo aplicarla: En cualquier trimestre, con la vacuna más reciente disponible.
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Importancia: La infección por SARS-CoV-2 durante el embarazo se asocia con mayor riesgo de ingreso a cuidados intensivos y decesos maternos. “Aunque se hayan vacunado antes, es vital contar con la versión más actual”, advirtió la doctora Cruz Rodríguez.
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Virus Sincitial Respiratorio (VSR)
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Cuándo aplicarla: En el tercer trimestre, si está disponible.
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Situación actual: Aunque aún no forma parte del esquema oficial de vacunación en México, ya se aplica en otros países como Argentina. Es una de las principales causas de hospitalización en bebés menores de seis meses.
¿Qué hacer si el parto está cerca y no se recibió la vacuna?
Incluso si faltan pocos días para el nacimiento, vacunarse aún puede aportar beneficios. “Aplicarla justo antes del parto puede generar anticuerpos, aunque en menor cantidad y calidad”, indicó la especialista. Lo ideal es vacunarse al menos dos semanas antes del parto para permitir una respuesta inmunitaria eficaz.
Recomendaciones clave:
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Las vacunas recomendadas en el embarazo no provocan malformaciones ni complicaciones fetales.
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No deben aplicarse vacunas con virus vivos atenuados, como las de rubéola o varicela, las cuales deben administrarse antes del embarazo.
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Es esencial mantener al día la cartilla de vacunación y consultar siempre al personal médico.
Vacunarse durante el embarazo protege a la madre y proporciona al bebé su primera defensa contra enfermedades peligrosas. Es una acción preventiva respaldada por la ciencia y avalada a nivel mundial por profesionales de la salud.