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Estas salamandras sonrientes están ayudando a los científicos a aprender a regenerar las extremidades

ENFERMEDADES
Redacción El Tiempo
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Con sus expresiones divertidas y sus branquias que parecen plumas, los ajolotes se han convertido en protagonistas tanto en el mundo de las mascotas como en videojuegos populares como Minecraft.

Pero estas pequeñas y sonrientes salamandras también están ayudando a los científicos a investigar un misterio médico: ¿será posible que en el futuro los humanos puedan regenerar brazos o piernas?

Los ajolotes son especiales porque tienen la capacidad de regenerar partes del cuerpo sin importar su edad. ¿Pierden una pata? La vuelven a formar. ¿Sufren daños en órganos como el corazón, los pulmones o incluso el cerebro? También pueden repararlos.

"Esta especie es realmente única", dijo James Monaghan, biólogo de la Universidad Northeastern en Boston y líder del estudio, en una entrevista con The Washington Post. "Se han convertido en los campeones de algunas habilidades extraordinarias en el reino animal".

En un estudio reciente, publicado el 10 de junio en la revista Nature Communications, el equipo de Monaghan utilizó ajolotes genéticamente modificados para que brillaran en la oscuridad, con el fin de entender mejor cómo funciona este proceso asombroso.

Una incógnita sobre la regeneración es cómo las células “saben” qué parte de la extremidad deben reconstruir. Por ejemplo, si un ajolote pierde la parte superior del brazo, regenera todo el brazo completo, pero si la amputación es más abajo, solo crece de nuevo la parte inferior y la mano.

"Las salamandras han sido reconocidas por su capacidad para regenerar extremidades desde hace siglos", explicó Monaghan. "Una de las preguntas que ha desafiado a los científicos es cómo saben exactamente qué parte regenerar".

La respuesta podría estar en una pequeña molécula llamada ácido retinoico, relacionada con la vitamina A y común en productos para el cuidado de la piel bajo el nombre de retinol.

Esta molécula funciona como un GPS para las células, indicándoles su ubicación en el cuerpo y qué parte deben reconstruir.

El equipo utilizó ajolotes modificados para que emitieran luz cuando el ácido retinoico estaba activo. Luego, tras anestesiar a los animales y amputar sus extremidades, observaron el proceso de regeneración, según reportó The Washington Post.

Monaghan comentó que se supervisó cuidadosamente el bienestar de los ajolotes.

"A diferencia de los mamíferos, no muestran signos de dolor o estrés después de perder una extremidad y logran regenerarla completamente en semanas", señaló.

Cuando se les administró un medicamento que impedía la descomposición del ácido retinoico, sus extremidades no se regeneraron de forma correcta: en lugar de crecer la parte inferior del brazo, se formó otra parte superior. En cambio, los ajolotes sin ese medicamento regeneraron sus extremidades normalmente.

Esto sugiere que el ácido retinoico le indica a las células su posición y qué partes deben crecer, siendo los niveles más altos indicativos de zonas cercanas al centro del cuerpo.

"Estamos lejos aún de poder regenerar extremidades humanas, pero este estudio representa un avance en ese camino", comentó Prayag Murawala, investigador del Laboratorio Biológico MDI en Maine y colaborador en la creación de los ajolotes brillantes usados en la investigación.

Monaghan es optimista y cree que algún día esto podría aplicarse en humanos.

"Todos compartimos los mismos genes", explicó. "Todos desarrollamos estas extremidades cuando éramos embriones".

El reto es descubrir cómo reactivar esos mismos programas genéticos en etapas adultas, algo que los ajolotes pueden hacer, pero los humanos todavía no.

"Es una de las preguntas más antiguas en biología y también la más futurista", agregó.

Gracias al creciente interés que generan los ajolotes, especialmente entre los niños, este singular animal está impulsando la ciencia de vanguardia.

"Es algo casi surrealista", concluyó Monaghan. "Ves ajolotes en todas partes: en aeropuertos, en centros comerciales. Mis hijos siempre traen juguetes de ajolote porque la gente sabe a qué me dedico".

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