Fármacos para adelgazar podrían reducir el riesgo de cáncer vinculado a la obesidad, sugiere estudio

Un estudio reciente ha descubierto que ciertos medicamentos utilizados para bajar de peso podrían reducir notablemente el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer relacionados con la obesidad, una condición que continúa aumentando en todo el mundo y que está vinculada con al menos 13 formas distintas de esta enfermedad.

Publicado en la revista eClinicalMedicine, perteneciente al grupo The Lancet, el estudio analizó a cerca de 6,400 adultos con obesidad y diabetes tipo 2, quienes fueron tratados con cirugía bariátrica o con medicamentos para bajar de peso conocidos como agonistas del receptor GLP-1, entre los que se incluyen Saxenda y Trulicity. Estos fármacos imitan una hormona que promueve una sensación de saciedad prolongada, lo que contribuye a reducir el consumo de alimentos.

Aunque la cirugía mostró ser más efectiva en términos de pérdida de peso, los resultados indicaron que la incidencia de cáncer vinculado con la obesidad fue similar en ambos grupos: 5.64 casos por cada 1,000 personas al año para quienes usaron GLP-1, frente a 5.76 en quienes se sometieron a cirugía.

Dado que la reducción de peso fue menor en el grupo que tomó medicamentos, los científicos estimaron que los agonistas GLP-1 podrían ser hasta un 41% más eficaces en la prevención de ciertos tipos de cáncer relacionados con la obesidad.

La doctora Yael Wolff Sagy, investigadora de los Servicios de Salud Clalit en Israel y autora principal del trabajo, señaló: “La tasa de cáncer asociado a la obesidad fue similar en ambos grupos, a pesar de que la cirugía produce una mayor pérdida de peso. Esto sugiere que los agonistas GLP-1 podrían tener un efecto protector directo, más allá del control del peso corporal”.

Cuando se ajustaron los resultados en función del control glucémico, la ventaja de los medicamentos frente a la cirugía disminuyó a un 13%. Sin embargo, los autores creen que otros mecanismos, como la disminución de la inflamación, podrían explicar parte de los beneficios observados. Además, destacan que versiones más modernas de estos fármacos, como Ozempic, Mounjaro o Zepbound, podrían ofrecer resultados aún mejores.

Nuevas posibilidades terapéuticas más allá del control del peso

Este estudio se añade a una creciente cantidad de investigaciones que indican que los medicamentos para tratar la diabetes tipo 2 y la obesidad podrían tener beneficios adicionales. Estudios previos han sugerido su posible utilidad en afecciones como la adicción, enfermedades hepáticas, demencia y otros problemas de salud.

No obstante, los autores reconocen que existen limitaciones en su análisis. Solo 298 casos de cáncer relacionados con la obesidad fueron detectados durante el periodo del estudio, y no se sabe si los efectos de la pérdida de peso se mantienen a largo plazo. Además, al tratarse de un estudio observacional y no de un ensayo clínico controlado, no se puede establecer una relación de causa y efecto definitiva.

“Se necesitan estudios clínicos aleatorizados y de gran escala para entender con precisión el impacto de estos medicamentos sobre el riesgo de cáncer”, afirmó Naveed Sattar, profesor de medicina cardiometabólica en la Universidad de Glasgow. “En los próximos años, esperamos resultados de investigaciones más robustas que nos darán una visión más clara”.