Feria del Norte inicia con baja afluencia y críticas negativas
La esperada Feria del Norte arrancó con baja afluencia y diversas críticas ciudadanas, a pesar de una inversión pública de 38 millones de pesos anunciada por el gobierno municipal. El primer día, que incluyó la coronación de la reina y la presentación de La Maquinaria Norteña, estuvo marcado por sillas vacías, olores desagradables y una notable presencia de zancudos.
Anunciada desde hace meses como un evento familiar de gran escala, la Feria del Norte recibió fuertes críticas tras su jornada inaugural, donde la escasa asistencia fue evidente en los pasillos vacíos y el Teatro del Pueblo con sillas desocupadas, a pesar de la actuación estelar del grupo La Maquinaria Norteña.
De acuerdo con los datos revelados por medios locales, el evento fue promovido con una inversión de 38 millones de pesos del erario público, generando cuestionamientos sobre el uso de los recursos y la planeación del evento.
Olores desagradables afectan la experiencia
Uno de los puntos más señalados por los asistentes fue el fuerte olor que se percibe en el área donde se instaló la feria, ubicada cerca de las lagunas de oxidación, generadoras de gases residuales perceptibles en el ambiente. Esta cercanía ha sido históricamente señalada por habitantes de la colonia Buenos Aires, asentamiento próximo a este punto.
La ubicación del evento junto a este tipo de infraestructura sanitaria genera un ambiente poco agradable para los visitantes, restando atractivo al evento y afectando directamente su permanencia y disfrute.
Zancudos: otro enemigo inesperado
A las quejas por los olores se sumó otro factor ambiental: la presencia constante de zancudos durante toda la noche. Las recientes lluvias registradas en la región han favorecido la proliferación de este vector, generando incomodidad para los asistentes y condiciones propicias para la transmisión de enfermedades como el dengue.
La falta de fumigación o acciones preventivas visibles ha sido interpretada como una omisión en la organización del evento, que debió anticiparse a las condiciones climatológicas típicas de la temporada.
Críticas en redes y percepción ciudadana
A través de redes sociales, usuarios compartieron imágenes del recinto casi vacío durante la primera noche de actividades. También se difundieron comentarios negativos sobre la falta de atracciones novedosas, problemas de higiene, y fallas en la logística del acceso.
Estas observaciones ponen en duda la efectividad de la campaña de promoción y el retorno de inversión social que el evento busca generar. La feria había sido promocionada como una plataforma de entretenimiento familiar, pero la respuesta del público sugiere un desfase entre expectativas y realidad.
¿Qué se esperaba de la Feria del Norte?
La Feria del Norte fue anunciada como un proyecto insignia del calendario cultural de 2025, con espectáculos musicales, coronaciones, actividades para niños, venta de productos locales y una cartelera variada. La intención, según la administración municipal, era reactivar el tejido social y estimular la economía local, especialmente en los sectores de comercio y servicios.
Sin embargo, las condiciones ambientales y logísticas han comprometido esa meta, al menos en los primeros días. La percepción generalizada es que el evento, hasta ahora, no ha cumplido con las expectativas generadas.
Contexto de inversión pública en eventos masivos
La asignación de 38 millones de pesos del presupuesto municipal para un evento de esta naturaleza ha encendido el debate en torno a las prioridades del gasto público. En un entorno con necesidades básicas pendientes —como el mantenimiento urbano, drenaje, recolección de basura o infraestructura educativa— la ejecución de un evento costoso pero con bajo impacto ciudadano inmediato, plantea cuestionamientos sobre la eficacia en la gestión de recursos.
¿Qué sigue para la feria?
Pese a este inicio problemático, la Feria del Norte continuará con su programación prevista durante varios días. Las autoridades podrían implementar acciones correctivas que incluyan fumigación urgente, mejora de accesos, o reconfiguración de espacios para mejorar la experiencia de los asistentes.
No obstante, la crítica ciudadana ya está planteada: el evento no puede justificarse únicamente por su presupuesto o cartelera, sino por su verdadera capacidad para convocar, entretener y generar beneficios tangibles para la comunidad.
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