Fuga de agua genera deterioro en la carpeta asfáltica y afecta a vecinos de la colonia Mundo Nuevo
La fuga se genera en las calle Anáhuac entre Colón y Bravo perjudicando a la circulación vial

La calle Anáhuac, ubicada en el corazón de la colonia Mundo Nuevo, ha comenzado a mostrar señales evidentes de deterioro severo en su carpeta asfáltica, como resultado de una fuga de agua que lleva aproximadamente tres semanas sin ser atendida. Lo que comenzó como una ligera filtración ahora ha generado la formación de múltiples baches que no solo dificultan el tránsito vehicular, sino que también representan un riesgo para los automovilistas, motociclistas y peatones que circulan diariamente por esta importante vía.
A lo largo de estos días, el flujo constante de agua ha ido debilitando la estructura del pavimento. El asfalto, incapaz de resistir la humedad continua, se ha ido desmoronando poco a poco, hasta dejar al descubierto grandes huecos que afectan la movilidad. En algunos puntos, la corriente de agua ha formado pequeños canales que continúan expandiéndose, empeorando el estado de la vialidad. La situación ha generado inconformidad entre los vecinos, quienes aseguran sentirse ignorados y preocupados por los efectos que este problema está provocando en su calidad de vida.
Uno de los residentes de la zona, Julio, expresó su molestia y frustración ante el deterioro progresivo de la calle. “Esto ya tiene casi tres semanas y nadie ha venido a hacer nada. Al principio se veía como un pequeño chorro de agua, pero con el paso de los días se empezó a formar un encharcamiento constante. Luego, los carros que pasan diario por aquí terminaron rompiendo el asfalto. Ahora, más que baches, parecen cráteres”, comenta con evidente preocupación.
Julio señala que la calle Anáhuac es una de las arterias más transitadas de la colonia, no solo por los residentes, sino también por quienes utilizan esta ruta como acceso alterno hacia otras zonas de la ciudad. “Aquí pasan camiones de transporte, vehículos particulares, motociclistas, incluso gente que camina hacia la escuela o al mercado. Todos nos vemos afectados. Aparte de la molestia por tener que esquivar los baches, se suma el riesgo de accidentes, porque ya ha habido casos en los que carros se han quedado atrapados o golpean la suspensión al caer”, añadió.
Además del daño vial, la fuga de agua ha comenzado a provocar afectaciones colaterales. Según mencionan algunos vecinos, las viviendas cercanas al punto de la fuga ya presentan humedad en sus banquetas e incluso filtraciones en algunas paredes. “Mi casa está a una cuadra y ya noté que el agua se filtra por la parte de abajo del patio. No es mucha, pero ya es constante. Uno empieza a preocuparse por los cimientos y por la salud, porque eso atrae mosquitos y genera malos olores”, explica otra residente que prefirió no dar su nombre, pero que coincidió con Julio en la urgencia de una solución.
A nivel urbano, este tipo de situaciones no solo representan un problema momentáneo, sino que pueden desencadenar daños a mediano y largo plazo. El agua, al filtrarse sin control bajo el pavimento, puede socavar la base del mismo, provocando colapsos más graves. Lo que hoy son baches y encharcamientos, mañana pueden convertirse en hundimientos más peligrosos que compliquen aún más la circulación y eleven los costos de reparación.
Además, la fuga constante de agua potable también representa un desperdicio preocupante de un recurso vital. En una ciudad donde durante temporadas de calor o sequía se ha reportado escasez o baja presión en el suministro, ver que miles de litros se pierden a diario en la vía pública genera indignación entre los ciudadanos, que exigen mayor vigilancia en la infraestructura hidráulica.
Julio, al igual que otros vecinos, ha tomado la iniciativa de colocar piedras, llantas y señalamientos improvisados en los baches más grandes para evitar que algún vehículo sufra un accidente. “No queremos que alguien se lastime o que un carro se dañe de manera grave. Hay gente que maneja rápido sin saber que la calle está así, y de repente se topan con los baches llenos de agua y es un peligro. No tenemos otra opción más que hacer lo que podemos por nuestra cuenta”, comenta.
Por las tardes, se puede observar a varios niños jugando cerca del lugar afectado. Aunque el agua acumulada puede parecer atractiva para los pequeños, los vecinos se mantienen atentos para evitar que ocurra algún incidente. La mezcla de agua estancada con tierra, basura y restos de asfalto genera un ambiente insalubre que podría volverse foco de infección si no se atiende a la brevedad.
El malestar generalizado ha motivado a algunos residentes a organizarse y documentar el problema con fotografías y videos que han comenzado a circular en redes sociales. Su objetivo es hacer visible la situación y presionar para que el problema no se prolongue más tiempo. En sus publicaciones, acompañadas con mensajes de denuncia, reiteran que el deterioro de la carpeta asfáltica va en aumento y que cada día que pasa sin atención incrementa el daño, tanto a la infraestructura como al entorno de las familias afectadas.
La colonia Mundo Nuevo, tradicionalmente tranquila y bien conectada con el resto de la ciudad, enfrenta ahora un escenario que pone a prueba la paciencia de sus habitantes. Mientras la fuga sigue activa y el asfalto cede bajo la presión del agua y el paso vehicular, los vecinos como Julio continúan esperando que la situación cambie. “No pedimos lujos, solo que atiendan esto. Somos ciudadanos que pagamos impuestos, cumplimos nuestras obligaciones y merecemos calles seguras y funcionales”, concluye con firmeza.
Noticias del tema