Gingivitis, caries y mal aliento: La solución podría estar en el hilo dental

El cepillado es una acción automática en la rutina diaria de la mayoría, pero hay un héroe poco valorado en la prevención de enfermedades bucales: el hilo dental.

La gingivitis, una inflamación inicial de las encías que, si no se trata, puede avanzar a una periodontitis grave y provocar la pérdida de dientes, suele originarse en zonas donde las cerdas del cepillo no alcanzan, como los espacios entre los dientes y la línea de las encías.

Aprender la técnica correcta es fundamental para cuidar tu sonrisa y tu salud general. No basta con pasar el hilo; es importante hacerlo con cuidado y precisión. Aquí tienes una guía para que el uso del hilo dental sea efectivo y sin molestias:

1. Preparación:
   Usa un trozo de hilo dental de unos 45 cm. Enrolla la mayor parte en los dedos medios de ambas manos, dejando libre entre 3 y 5 cm para manipularlo. Así tendrás mejor control y limpieza mientras lo usas.

2. Movimiento adecuado:
   Sujeta el hilo con los pulgares para los dientes superiores y con los índices para los inferiores. Introduce el hilo suavemente entre los dientes haciendo un movimiento de sierra o zigzag. No lo forces para evitar dañar las encías.

3. Forma de "C":
   Cuando el hilo llegue a la base de la encía, haz una curva en forma de "C" alrededor del diente. Deslízalo suavemente hacia arriba y hacia abajo limpiando debajo de la línea de la encía. Repite para ambos lados del diente y también limpia el diente contiguo.

4. Usa hilo limpio:
   Cada vez que pases a un espacio interdental nuevo, desenrolla una sección limpia para no transferir bacterias de un lugar a otro.

5. Si sangran tus encías:
   No te asustes ni dejes de usar el hilo si notas sangrado; es un síntoma común de gingivitis. El uso regular del hilo dental es la mejor forma de reducir esta inflamación. Con el tiempo y la técnica correcta, el sangrado debería cesar. Si persiste, visita a tu dentista para un diagnóstico y tratamiento adecuado.

El hilo dental es una herramienta sencilla pero muy eficaz para eliminar placa, prevenir caries, gingivitis y combatir el mal aliento. Incorporar este hábito diariamente, preferiblemente antes del cepillado, complementará tu higiene bucal y te ayudará a mantener una sonrisa saludable y brillante durante muchos años.