Las gomitas de colágeno se han popularizado como un suplemento dirigido a mejorar la salud de la piel y las articulaciones, especialmente en personas mayores de 30 años. Aunque se promocionan por sus supuestos efectos antienvejecimiento, su verdadera eficacia sigue siendo evaluada por la comunidad científica.
Este suplemento contiene colágeno hidrolizado o péptidos de colágeno, que son proteínas descompuestas en aminoácidos que el cuerpo puede absorber fácilmente. El colágeno constituye aproximadamente el 30% de las proteínas del organismo y es esencial para mantener la estructura de la piel, huesos, tendones y cartílagos.
Con la edad, la producción natural de colágeno disminuye, lo que provoca la aparición de arrugas, pérdida de elasticidad en la piel y molestias en las articulaciones. Por ello, muchos productos combinan colágeno con otros nutrientes como vitamina C, biotina, ácido hialurónico y zinc, que ayudan a la regeneración y conservación de los tejidos.
Respecto a la evidencia científica, varios estudios ofrecen resultados prometedores. Un metaanálisis publicado en el International Journal of Dermatology (2021) señala que consumir colágeno diariamente durante al menos ocho semanas puede mejorar la hidratación, elasticidad y densidad de la piel. Otro estudio en Alemania, divulgado en Skin Pharmacology and Physiology (2018), observó una reducción visible de arrugas y mayor firmeza en mujeres que usaron colágeno durante 12 semanas.
Los beneficios no solo se limitan a la piel. Investigaciones reportadas en Current Medical Research and Opinion (2008) mostraron una disminución del dolor articular en atletas tras 24 semanas de suplementación con colágeno, hallazgos similares a los obtenidos en pacientes con osteoartritis.
Además, un artículo en Nutrients (2019) indica que ciertos péptidos de colágeno pueden acumularse en la piel y estimular la producción natural de esta proteína. Sin embargo, la efectividad puede variar según factores como la edad, la dieta, la genética y el estilo de vida.
En cuanto a la dosis, los especialistas sugieren consumir entre 2.5 y 10 gramos diarios de colágeno hidrolizado para observar resultados, aclarando que estos suplementos no reemplazan una alimentación balanceada ni un estilo de vida saludable.
Las gomitas de colágeno pueden incorporarse desde los 30 años como parte de un cuidado integral que incluya una dieta nutritiva, buena hidratación, ejercicio regular y protección solar diaria.
Aunque no detienen el envejecimiento, las gomitas pueden ayudar a reducir algunos signos visibles y mejorar la calidad de vida al fortalecer la piel, las articulaciones y los tejidos conectivos.