El reporte de la Dirección General de Epidemiología revela un dato preocupante: las mujeres entre 45 y 49 años presentan la tasa más alta de mortalidad materna (RMM) en México hasta la Semana Epidemiológica 25 de 2025.
En este grupo de edad, la RMM alcanza 105.4 defunciones por cada 100,000 recién nacidos vivos, lo que indica un riesgo considerablemente mayor en comparación con otras franjas etarias.
Las entidades federativas con una RMM superior al promedio nacional son: Tlaxcala, Coahuila, Jalisco, Morelos, Tamaulipas, Baja California, Ciudad de México, Guerrero, Baja California Sur, Estado de México, Querétaro, Chihuahua, Chiapas, Nayarit y Durango.
Este hallazgo es importante porque evidencia un riesgo incrementado para las mujeres que se encuentran al final de su etapa reproductiva.
El informe muestra que la mortalidad materna tiende a ser más elevada en los extremos de la edad fértil, con un marcado pico en este grupo específico, lo que resalta la necesidad de prestar atención especial a las embarazadas dentro de este rango de edad.
Es claro que se requiere fortalecer los cuidados prenatales y perinatales, considerando los riesgos vinculados a embarazos en edades avanzadas. La planificación familiar y el acceso a servicios de salud adecuados resultan esenciales para disminuir estos riesgos y proteger la salud de las madres y sus bebés.