¿Guardas insulina en casa? Estos son los pasos a seguir para conservar su efectividad

Si vives con diabetes tipo 1 o tipo 2, seguramente sabes que la insulina es esencial para mantener niveles adecuados de glucosa. No obstante, este medicamento es muy delicado y puede dañarse con facilidad.
Para que la insulina conserve su eficacia y te permita mantener una buena calidad de vida, es fundamental saber cómo almacenarla correctamente dentro de casa.
Las temperaturas extremas —tanto el calor como el frío excesivo— pueden alterar su composición, reduciendo su efecto. Por eso, es importante conocer las medidas adecuadas de conservación para asegurar que cada dosis funcione como debe.
¿Cómo almacenar la insulina correctamente en casa?
La regla principal es mantener en refrigeración toda insulina nueva y sin abrir. En cambio, la insulina que ya se está utilizando depende más del clima del hogar para conservarse estable.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Diabetes (AMD) y la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa), así debe guardarse la insulina nueva (ya sea en viales o plumas sin abrir):
Mantenerla dentro del refrigerador. Bajo estas condiciones, conservará su potencia hasta la fecha de caducidad indicada.
Cuidar la temperatura: Debe permanecer entre 2 y 8 °C.
Guardarla en un recipiente cerrado: Esto evita golpes, contaminación o que el frasco se rompa.
Revisar su aspecto: Las insulinas de acción rápida, ultrarrápida y prolongada deben verse transparentes, mientras que la intermedia (NPH) y las premezclas tienen apariencia blanquecina.
Para la insulina ya abierta (la que estás usando):
Puedes conservarla a temperatura ambiente, lo cual también reduce el dolor al inyectarse.
La temperatura ideal es entre 15 y 30 °C.
Si vives en zonas muy calurosas o muy frías, será mejor mantenerla en el refrigerador; de lo contrario, perderá eficacia.
¿Qué NO se debe hacer al guardar la insulina?
La insulina es especialmente susceptible a los cambios de temperatura y a la luz. Un mal manejo puede provocar que deje de funcionar y ponga en riesgo el control de la glucosa.
MedlinePlus recomienda evitar lo siguiente:
No congelarla: Una vez congelada, la insulina pierde por completo su efecto y debe desecharse. Evita colocarla cerca del congelador.
No agitarla bruscamente: Esto puede deteriorarla. Solo las insulinas turbias (NPH o premezclas) se mezclan girándolas suavemente.
No exponerla al sol ni dejarla dentro del automóvil. El calor la daña considerablemente.
No colocarla en la puerta del refrigerador, donde la temperatura fluctúa mucho.
Desechar cualquier frasco que tenga grumos, cambios de color, partículas, viscosidad anormal, signos de congelación o que ya venció.
¿Cuánto dura la insulina una vez abierta?
Es importante llevar un registro de la fecha en que la abriste, ya que su vida útil disminuye al contacto con el ambiente.
Duración típica:
Insulina sellada: Si permanece refrigerada, durará hasta su fecha de caducidad.
Insulina abierta: Una vez que se usa el vial o la pluma, su efectividad dura aproximadamente 30 días (algunas marcas indican 28 días).
Después de ese periodo, la insulina comienza a perder potencia y debe desecharse, aunque aún quede cantidad en el contenedor. Usarla después de ese tiempo aumenta el riesgo de descontrol glucémico. Por eso es recomendable anotar la fecha de apertura.
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