IMSS advierte sobre riesgos ocultos de las bebidas energéticas

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha emitido una importante advertencia acerca del consumo habitual de bebidas energéticas. Estas bebidas, conocidas por proporcionar un impulso rápido de energía, contienen elevados niveles de azúcares, sodio y cafeína. Según los expertos del IMSS, consumir estos productos con frecuencia puede elevar considerablemente el riesgo de desarrollar enfermedades como obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión y problemas cardiovasculares, especialmente en personas que ya padecen alguna condición previa.
El IMSS enfatiza que, pese a su popularidad, estas bebidas no deben ser consideradas una opción saludable para combatir la fatiga o mejorar el desempeño diario. La combinación de cafeína y azúcares en altas cantidades es responsable de sus efectos estimulantes. Aunque generan una sensación temporal de energía, pueden provocar insomnio, nerviosismo, aumento de la frecuencia cardíaca y, en ocasiones, episodios de bajones emocionales poco tiempo después de ingerirlas.
Los efectos adversos de las bebidas energéticas pueden ser particularmente peligrosos para quienes sufren enfermedades como hipertensión, colesterol alto o diabetes. En estos casos, el consumo puede desencadenar síntomas como mareos, taquicardia e incluso convulsiones. El IMSS advierte que estas alteraciones pueden tener consecuencias graves para la salud, por lo que recomienda evitar su ingesta en grupos vulnerables.
Además, las autoridades del Seguro Social han señalado que estas bebidas no son aptas para menores, adolescentes, mujeres embarazadas, lactantes ni adultos mayores, ya que estos grupos son más susceptibles a los efectos nocivos a nivel neurológico y cardiovascular.
El IMSS también desaconseja mezclar bebidas energéticas con alcohol, debido a que esta combinación aumenta el riesgo de intoxicación y otros daños. La cafeína puede ocultar los efectos del alcohol, lo que puede llevar a consumirlo en exceso y aumentar la probabilidad de accidentes y lesiones.
Ante sensaciones de cansancio o falta de energía, el IMSS recomienda primero revisar hábitos relacionados con el sueño, la alimentación y la hidratación. Muchas veces, la fatiga se debe a una dieta inadecuada, insuficiente descanso o estrés acumulado. El instituto sugiere que beber agua simple es una opción más sana y efectiva para aliviar el cansancio.
El agua es vital para funciones corporales como la digestión, el transporte de nutrientes, la regulación de la temperatura y el correcto funcionamiento de los órganos. El IMSS aconseja que los adultos consuman al menos dos litros diarios, mientras que los niños en edad escolar deben beber entre cinco y ocho vasos al día. Mantenerse bien hidratado es esencial para el bienestar general y el rendimiento diario.
El IMSS invita a la población a tomar conciencia sobre los riesgos del consumo de bebidas energéticas. Aunque parecen una solución rápida para la fatiga, sus efectos a largo plazo pueden ser perjudiciales. Optar por alternativas saludables, como el agua, y mantener un estilo de vida balanceado son las mejores maneras de cuidar la salud y el bienestar.
El mensaje del IMSS es claro: priorizar la salud a largo plazo por encima de soluciones rápidas y potencialmente dañinas. La educación y la conciencia sobre los riesgos asociados con estas bebidas son claves para proteger la salud de toda la población, especialmente de los grupos más vulnerables.
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