Industria se prepara para el salto de 48 a 40 horas laborales

Empresarios del sector industrial evalúan el impacto que tendrá la transición gradual de la jornada laboral en México, la cual pasará de 48 a 40 horas hacia 2030. La Canacintra señaló que este ajuste elevará los costos de operación y obligará a modificar turnos, procesos y niveles de producción para mantener la competitividad.
Reordenamiento interno y evaluación de cargas de trabajo
Isidro de los Santos Villarreal, presidente local de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), explicó que la reducción de horas laborales exigirá cambios inmediatos y progresivos en la organización interna de las empresas. Señaló que conforme el país avance hacia una jornada de 40 horas, se necesitará personal adicional para cubrir las labores que antes se realizaban en menos tiempo, lo que elevará los costos de nómina y administración.
Detalló que en algunos casos será necesario abrir un turno extra para sostener la producción actual. Sin embargo, no todas las industrias cuentan con capacidad para incrementar su plantilla, por lo que otro escenario posible es la reducción de la producción, especialmente en operaciones que dependen de ritmos constantes o procesos automatizados. Cada empresa deberá definir la estrategia que mejor se ajuste a sus condiciones.

Retos económicos y búsqueda de estrategias sostenibles
El líder industrial recordó que el sector ya enfrenta dificultades relacionadas con la pérdida de contratos, lo que limita el margen de maniobra para absorber los cambios derivados de la reforma laboral. Aun así, destacó que se busca mantener la competitividad, por lo que se están revisando procesos productivos, tiempos de operación y distribución de tareas para optimizar recursos.
Indicó que se ha hecho un llamado a las plantillas laborales para reforzar la eficiencia, dado que la transición hacia la jornada de 40 horas demandará un mejor aprovechamiento del tiempo disponible. De los Santos añadió que las empresas permanecen atentas a las definiciones legislativas que marcarán el ritmo de implementación y que ya trabajan en escenarios de adaptación para cumplir con la normativa sin comprometer su estabilidad operativa.
Señaló que el objetivo central del sector es ajustarse de manera ordenada a los cambios proyectados para llegar al 2030 con estructuras laborales adaptadas y funcionales, sin afectar la producción ni la continuidad de las actividades industriales.
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