Juez ordena desalojo tras 16 años de litigio familiar en Sabinas
Después de un largo proceso legal, se ejecutó la resolución judicial que pone fin a una disputa por una propiedad en la colonia Reynera.
Después de más de 16 años de un prolongado litigio civil, finalmente se ejecutó la notificación de desalojo en un predio ubicado en la colonia Reinara, tras la sentencia definitiva dictada por un juez local. El caso, que enfrentó a miembros de una misma familia, concluyó con un operativo judicial para dar cumplimiento a la resolución legal.
La diligencia se llevó a cabo en la esquina del Bulevar Paseo de los Leones y la calle Gómez Farías, donde se presentaron elementos de la Agencia de Investigación Criminal, policías estatales y un actuario del juzgado civil para ejecutar la orden de desalojo. La presencia de las autoridades llamó la atención de vecinos y transeúntes, quienes observaron el desarrollo del procedimiento y comentaron sobre el desenlace de este largo conflicto.
El origen del conflicto se remonta a hace 16 años, cuando Ricardo Rodríguez Olvera interpuso una demanda reivindicatoria contra su hermana, María Elvia Rodríguez, por la posesión del citado predio. Ambos familiares ya fallecidos, el litigio continuó bajo la representación legal de Tania Rodríguez Garza, hija de Ricardo, quien asumió la responsabilidad de seguir con el proceso judicial y concluirlo en nombre de su padre.
Este prolongado juicio civil, que mantuvo dividida a la familia, tuvo como objetivo resolver la propiedad y posesión legal del inmueble en disputa, que durante años generó tensiones y enfrentamientos familiares. La sentencia definitiva ordenó la restitución del predio a los legítimos propietarios, motivo por el cual se llevó a cabo el operativo judicial para notificar y ejecutar el desalojo.
Las autoridades involucradas aseguraron que la acción se realizó en estricto apego a la legalidad y con respeto a los derechos de todas las partes involucradas. Asimismo, reiteraron su compromiso con la aplicación de la justicia y la resolución pacífica de los conflictos civiles en la región.
Con esta notificación de desalojo, se da por concluida una etapa importante en el caso, marcando el cierre de un capítulo que tuvo gran repercusión en la comunidad y que pone en evidencia la importancia de respetar los procesos legales para dirimir disputas familiares y de propiedad.
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