Un estudio reciente sugiere que las personas tienen menos probabilidades de recuperar una movilidad óptima tras un reemplazo total de cadera si presentan una mala calidad muscular antes de la cirugía.
Según los investigadores, aquellos pacientes cuyos estudios de resonancia magnética mostraron mayor cantidad de músculo graso en la cadera antes de la operación tenían más probabilidades de tener un rendimiento deficiente en las tareas de movimiento después del procedimiento, según lo publicado en el Journal of Orthopedic Research.
La investigadora principal, Jeannie Bailey, profesora asociada de cirugía ortopédica de la Universidad de California, en San Francisco, destacó que estos hallazgos sugieren que la calidad muscular podría ser un predictor importante de la recuperación postoperatoria en términos biomecánicos tras un reemplazo de cadera. Además, mencionó que la calidad del músculo a menudo se pasa por alto, y que las resonancias magnéticas son necesarias para evaluar la composición muscular, algo que no se realiza de manera rutinaria en los pacientes de reemplazo de cadera.
Aunque el reemplazo de cadera puede aliviar el dolor y mejorar la función en personas con artritis de cadera, algunos pacientes continúan enfrentando problemas a largo plazo como debilidad muscular, reducción de la movilidad y mayor riesgo de caídas.
En este estudio, se siguió a 10 pacientes que se sometieron a una resonancia magnética antes de su cirugía. Los resultados mostraron que aquellos con más músculo graso en la cadera presentaron una movilidad deficiente después de la operación. Por otro lado, el nivel de artritis por desgaste no tuvo relación con el desempeño postoperatorio.
Los investigadores sugieren que algunos pacientes podrían beneficiarse de un programa de acondicionamiento muscular antes de someterse a la cirugía. En el futuro, se explorarán las implicaciones de la calidad muscular de la cadera en los resultados funcionales a largo plazo.