Un estudio reciente señala que la violencia, la adicción y el abuso pueden hacer que los niños queden rezagados en su educación en comparación con otros niños.
Los investigadores, publicando en la revista Academic Pediatrics, indicaron que los niños que han vivido al menos un evento traumático tienen más del doble de probabilidades de presentar ausentismo crónico en la escuela debido a problemas de salud.
Además, cuanto mayor sea el número de eventos adversos que haya sufrido un niño, mayor será la probabilidad de que falte con frecuencia a la escuela, explican los autores.
"La investigación confirma lo que los pediatras ya saben desde hace tiempo: los niños expuestos a situaciones adversas suelen enfrentar desafíos complejos tanto en la consulta médica como en el aula", afirmó la Dra. Rebecca Tsevat, pediatra e internista general de UCLA Health y autora principal del estudio, en un comunicado.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., las experiencias traumáticas en la infancia se han vinculado con problemas de salud a largo plazo, como cáncer, diabetes, enfermedades cardíacas, infecciones de transmisión sexual y suicidio.
El estrés tóxico generado por estos eventos puede afectar el desarrollo cerebral y la respuesta inmunitaria en los niños, haciéndolos susceptibles a diversas afecciones físicas y mentales, señalan los CDC.
En este nuevo análisis, los investigadores examinaron datos aportados por los padres de más de 10,000 niños entre 6 y 17 años, recogidos por la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud 2021-2022, un estudio periódico realizado por la Oficina del Censo de EE. UU. para el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de los CDC.
Alrededor del 24% de estos niños había experimentado al menos un evento adverso durante la infancia, tales como:
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Violencia
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Tener un padre encarcelado
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Convivir con un miembro del hogar con enfermedad mental, adicción o alcoholismo
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Abuso verbal o emocional
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Carencia de necesidades básicas como alimento o vivienda
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Discriminación por raza o etnia
Los niños que vivieron estos traumas tenían 2.4 veces más riesgo de faltar crónicamente a la escuela, definiendo este ausentismo como la ausencia en al menos el 10% de los días escolares por motivos de salud, según los resultados.
Asimismo, por cada evento traumático adicional que sufrieron, el riesgo de ausentismo crónico por razones de salud aumentaba en un 25%, reportaron los investigadores.
Los eventos traumáticos que más se asociaron con ausencias escolares fueron:
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La exposición a la violencia, vinculada con 2.6 veces más probabilidad de ausentismo crónico.
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La discriminación, que aumentó el riesgo 2.5 veces.
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Vivir con una persona con enfermedad mental, que incrementó el riesgo en 2.2 veces.
Los resultados indican que pediatras y educadores deberían colaborar para detectar a los niños que han pasado por traumas y brindarles apoyo temprano, especialmente si comienzan a faltar a la escuela.
"Es necesario desarrollar nuevos modelos de cooperación entre las escuelas y los sistemas de salud para ayudar a estos estudiantes antes de que sus ausencias se vuelvan excesivas y puedan perjudicar tanto su salud como su educación", concluyó Tsevat.