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La Entrevista con Andy Zúñiga

Entrevista
José Gaytán
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“Vengo de una familia de músicos por ambas partes, mi papá tenía su grupo”

Con una trayectoria forjada a base de disciplina, talento y herencia familiar, Andy Zúñiga se ha convertido en uno de los rostros más reconocidos del grupo Brindys, una de las agrupaciones más queridas del romanticismo grupero. Originario de Tijuana, pero criado en California, su historia refleja el sueño de miles de familias que cruzan fronteras en busca de mejores oportunidades, sin imaginar que entre ellos crecería un artista que más adelante brillaría en los escenarios. En esta entrevista, Andy comparte su historia, desde sus primeros pasos hasta su consolidación dentro de una de las agrupaciones más icónicas del género.

¿Dónde naces y pasas tus primeros años? "Yo nací en Tijuana, Baja California, pero desde muy niño me llevaron a Estados Unidos. Mi familia buscaba una mejor vida y fue así como nos instalamos en el estado de California. Ahí hice prácticamente toda mi vida: la escuela, mis amistades y todo mi desarrollo personal hasta que llegó el momento de moverme por cuestiones profesionales, cuando entré al grupo Brindys en el 2012. Desde entonces mi vida cambió por completo, no solo en lo artístico, sino también en lo personal, pues fue una etapa de muchos cambios y nuevos retos".

¿Cómo fue tu llegada a la música? "La música en mi caso viene de familia. Por ambos lados, tanto paterno como materno, tengo herencia musical. Desde mis abuelos y bisabuelos hubo músicos en mi familia. De hecho, ellos coincidieron en una orquesta en el estado de Michoacán, que fue donde se conocieron mis padres. Así que podría decir que nací en un ambiente rodeado de música. Yo fui creciendo escuchando y observando todo ese entorno, especialmente el regional mexicano. Hay fotos mías donde aparezco al lado de mi papá mientras él tocaba la batería, y yo ya empezaba a hacer mis primeros intentos por tocar algún instrumento. La música siempre fue parte de mi entorno, de mi hogar, de mi niñez".

¿Cómo ha sido tu paso en la música a lo largo de estos años? "Mi carrera musical formal comenzó en el grupo de mi padre. Era un grupo norteño y estuve con ellos durante cuatro años. Fue una etapa muy importante porque ahí adquirí mucha experiencia, aprendí sobre disciplina, montaje de presentaciones, y sobre todo, entendí la responsabilidad de subirse a un escenario y conectar con el público. Luego pasé a una agrupación muy versátil. 
Ahí exploré otros géneros, trabajamos en un repertorio más amplio y estuvimos a punto de grabar un material discográfico. Hicimos varias presentaciones importantes y aunque no se concretó el disco, fue una experiencia valiosa para mí, porque me dio más herramientas como intérprete y como músico. Esas etapas fueron fundamentales para lo que vendría después".

¿Cómo llegaste al grupo Brindys? "Mi llegada a Brindys fue un proceso interesante. Más o menos en el año 2007, tuve la oportunidad de conocer a Mauro, uno de los líderes del grupo. Desde entonces hubo buena química musical y profesional. Tiempo después, cuando ocurre la separación de la agrupación original, es cuando se presenta la oportunidad de integrarme de manera formal. Yo estaba en ese momento en una agrupación pequeña, solo éramos tres integrantes, y fue a través de esa conexión previa que recibimos la invitación para unirnos a este nuevo proyecto. Desde ese momento, hasta la fecha, ha sido un viaje increíble lleno de música, viajes, grabaciones, escenarios, y sobre todo, de una conexión muy bonita con el público".
Andy no solo representa la continuidad de una tradición familiar de músicos, sino también el ejemplo de cómo la constancia y la pasión pueden abrir puertas en la industria. En su andar, ha combinado el aprendizaje empírico heredado de sus padres con la experiencia adquirida en distintos géneros y agrupaciones, hasta encontrar en Brindys una plataforma ideal para su expresión artística. A lo largo de más de una década en la agrupación, ha sido parte de importantes grabaciones, giras y momentos clave que han reafirmado su compromiso con la música romántica. Su estilo, que combina sensibilidad vocal con presencia escénica, ha sido bien recibido por el público, permitiéndole consolidarse como una figura dentro del género. 
Hoy en día, Andy continúa trabajando, preparándose constantemente y participando activamente en las decisiones artísticas del grupo. Más allá del éxito, mantiene los pies en la tierra, consciente de que la carrera musical es un camino de esfuerzo diario. Su historia demuestra que el talento, cuando se cultiva con dedicación y amor por lo que se hace, puede trascender fronteras. 

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