La Entrevista con Jesús González
Descubre la inspiradora trayectoria del Dr. Jesús González y su compromiso con la medicina en una entrevista que revela su vocación y experiencia multifacética.

“He desempeñado varios cargos dando siempre mi máximo esfuerzo”
Con una vocación que ha madurado con los años y una trayectoria que abarca distintos ámbitos de la medicina —desde la clínica privada hasta el sector público, pasando por la medicina laboral y administrativa— el doctor Jesús González comparte su experiencia, reflexiona sobre los caminos que lo llevaron a elegir esta carrera y destaca el papel fundamental que tienen los médicos dentro de la sociedad actual. En esta entrevista, el especialista habla sobre sus motivaciones iniciales, sus intereses cambiantes a lo largo de su formación y la manera en la que ha vivido la práctica médica en distintos entornos. Además, comparte una visión honesta sobre lo que representa ser médico, no solo como profesión, sino como compromiso humano y social.
¿Por qué decidió estudiar la carrera de medicina?
"Cuando comencé mis estudios de medicina, me gustaba mucho aprender cómo funcionaba el cuerpo humano. Me fascinaba entender los procesos internos, cómo todo está conectado. Al principio pensaba especializarme en gastroenterología, porque creía que la mayor parte del metabolismo tenía que ver con la alimentación. Tenía esa idea de que “somos lo que comemos” y que entender el aparato digestivo me ayudaría a comprender gran parte del funcionamiento del organismo. Sin embargo, ya dentro de la carrera, descubrí algo que no esperaba. Me di cuenta de que la gastroenterología está enfocada principalmente en las patologías del aparato digestivo, en tratar enfermedades específicas de ese sistema. Pero si uno quiere comprender realmente los cambios del cuerpo, tiene que mirar las hormonas, que son las que regulan y alteran muchas funciones vitales. Ese descubrimiento me llevó a interesarme por la endocrinología, aunque más adelante también me atrajo la nefrología. Y algo que definitivamente me marcó fue la pediatría. Ahí entendí lo importante que es la clínica, saber leer los signos del cuerpo, porque un niño no te puede explicar con claridad lo que siente. No te va a decir “me duele de esta manera o en esta zona”. Tienes que interpretar. Eso me gustó mucho, porque te reta a estar más atento, a agudizar tu capacidad de observación".
¿Dónde ha tenido la oportunidad de desarrollar la medicina?
"A lo largo de mi carrera he estado en distintos puestos y contextos. He practicado medicina en el sector privado, en el público, en áreas laborales y también en cuestiones administrativas. Cada uno de esos ámbitos tiene sus retos, sus dinámicas y sus aprendizajes. La medicina es muy amplia y un buen médico debe saber acoplarse a todo. Antes se decía que la sociedad tenía tres pilares fundamentales: el médico, el maestro y el sacerdote. Y aunque los tiempos han cambiado, sigo creyendo que eso sigue siendo vigente. El médico tiene una responsabilidad que va más allá de curar; también debe orientar, acompañar y tomar decisiones que afectan directamente la vida de otros. En cada área en la que he trabajado he procurado aprender algo nuevo. Me ha tocado ver muchos casos distintos, situaciones difíciles y también momentos muy gratificantes. Todo eso ha formado mi carácter y me ha hecho valorar aún más esta profesión.
¿Cómo considera que es la función de un médico?
"Considero que es una de las funciones más relevantes dentro de la sociedad. Somos quienes ayudamos a curar el dolor, a aliviar el sufrimiento, pero también a prevenir, a educar en salud y a mantener el equilibrio entre el bienestar físico y mental de las personas. A lo largo de estos años me ha tocado ver de todo. Y aunque tengo experiencia, no me atrevería a decir que lo sé todo. Sería un acto de soberbia. Estoy convencido de que todavía me falta mucho por aprender y por recorrer. La medicina es una ciencia viva, en constante evolución, y uno debe mantenerse humilde para seguir creciendo. En todos los puestos en los que he estado siempre he procurado dar lo mejor de mí. No al cien por ciento, sino al 300 por ciento. Esa es una frase que siempre me repetía mi papá y que tengo muy presente hasta el día de hoy. Él me enseñó que cuando uno se compromete con algo, debe hacerlo con entrega total, sin medias tintas. Eso he tratado de aplicar siempre, tanto en el trato con los pacientes como en mi papel dentro de instituciones o equipos de trabajo. El médico no solo debe tener conocimiento técnico, también debe tener sensibilidad, empatía y sentido ético. Es una profesión de servicio y eso no se puede perder de vista nunca. El camino de la medicina, según palabras del doctor Jesús González, es uno de constante aprendizaje y compromiso. No se trata únicamente de adquirir conocimientos, sino de desarrollar una visión integral de la salud, el paciente y la sociedad".
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Cocinar es una forma de decir te amo; cuando lo haces con pasión, el sabor se convierte en emoción. Soy Verónica Lizzette González Aranda originaria de Nueva Rosita, Coahuila. Desde pequeña tuve dos grandes pasiones: la moda y la gastronomía. Estudié en el Colegio La Paz, -- leer más
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