La entrevista con José Antonio Dávila Paulín

Soy José Antonio Dávila Paulín, Director del Área Natural Protegida de la Cuenca de Don Martín originario de Saltillo, Coahuila, y me gradué como agrónomo forestal en La Narra, también en Saltillo. Mi carrera en áreas naturales protegidas comenzó a finales de los 90. Entre 1996 y 1999, trabajé como subdirector en el Área Natural Protegida de Cuatrociénegas. Fue allí donde empecé mi trayectoria en este tipo de espacios. Posteriormente, pasé 10 años como subdirector en la Reserva de la Biosfera El Pinacate en Sonora, hasta que, en 2010, se me presentó la oportunidad de regresar a Coahuila. Actualmente, soy director en CONAGUA, donde continúo trabajando en la gestión y conservación de nuestros recursos naturales, lo cual sigue siendo una de mis pasiones más grandes.

¿Cómo fue su transición de trabajar en Sonora a la Región?

Fue una decisión importante. Mi esposa es de Cuatro Ciénagas y, después de vivir en Sonora durante 10 años, teníamos la inquietud de regresar a nuestro estado. Apliqué para algunos puestos en Coahuila, pero no se dio. Sin embargo, cuando surgió la oportunidad de venir a la Cuenca de Don Martín, me contactaron desde la CONAM y me ofrecieron el puesto. Sabía que Sabinas tenía mucho potencial, ya que, durante mis estudios, había trabajado en la región. La idea de trabajar en una zona con características tan ricas en biodiversidad me parecía muy atractiva, y así fue como llegué a este hermoso lugar.

¿Cuánto tiempo lleva trabajando en la Región?

Hoy en día, llevo 15 años en esta área protegida y he tenido el privilegio de conocer y trabajar en diferentes áreas naturales protegidas, pero ninguna como esta. Aquí, la variedad de ambientes es fascinante: desde el río hasta las montañas, pasando por los desiertos y bosques. Uno de los lugares que más me gusta es la zona de Múzquiz, donde la vegetación cambia de manera espectacular. Cuando subes desde la base, empiezas a ver el matorral, después el bosque de encinos, hasta llegar a la parte alta donde los pinos dominan el paisaje. Es un lugar donde puedes ver desde yucas o palmas entre los encinos, y cuando está neblinoso, el paisaje parece sacado de otro planeta. La mezcla entre el desierto y el bosque es algo único.

¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?

Lo que más me gusta es esa riqueza natural. Lo impresionante de la Cuenca es la diversidad de paisajes, desde el río hasta las montañas. Es un lugar donde puedes ver el desierto y el bosque en un solo lugar. Esa transición de la vegetación, ver cómo cambia el paisaje conforme subes, me parece fascinante. La zona de Múzquiz, por ejemplo, me encanta, donde puedes ver las yucas entre los bosques de encinos, y cuando la niebla cubre la zona, el paisaje se convierte en algo casi surrealista. Es uno de esos lugares que pocas personas conocen, y ojalá más gente pudiera disfrutarlo.

¿Tiene familia?

Sí, estoy casado con Mónica Garza, quien es licenciada en Educación Especial y trabaja desde casa. Tenemos dos hijos: Sebastián, que está estudiando Medicina en Saltillo, y Mauricio, que está en Monterrey estudiando Ingeniería Biomédica. Ambos ya son mayores de edad y, aunque ya no viven con nosotros, siempre tenemos un fuerte vínculo familiar.

¿Tiene alguna comida favorita?

Mi comida favorita es bastante variada, soy muy flexible en ese aspecto, aunque evito la guayaba, que no me gusta para nada.

¿Qué tipo de música le gusta?

En cuanto a música, siendo una persona de 53 años, disfruto mucho de los boleros y la música tranquila. No soy muy fan de la música moderna, pero en mis ratos libres también toco la guitarra, me gusta mucho la bohemia. De hecho, soy muy de canciones que me transporten a otros momentos, algo relajante.

¿Cuál es su pasatiempo favorito?

En cuanto a mis pasatiempos, disfruto mucho el senderismo y la fotografía. Me encanta caminar por los senderos, ya sea en las zonas desérticas o en la montaña. Llevo siempre mi cámara para capturar la fauna, especialmente aves, y también me gusta fotografiar las plantas. Es una manera de conectar con la naturaleza y, además, relajarme un poco. Es algo que me permite apreciar más los pequeños detalles de la vida.

¿Qué frase lo motiva en su trabajo y en la vida diaria?

A lo largo de mi vida profesional, he aprendido que uno debe ser persistente y hacer que las cosas sucedan. "Haz que suceda" es una frase que siempre me repiten mis jefes, y yo trato de transmitirla a mis compañeros. Aunque siempre haya obstáculos, lo importante es hacer las cosas bien y alcanzar los resultados. No es cuestión de quedarnos en el camino, sino de encontrar la forma de seguir adelante.

¿Cuál es su pasatiempo favorito?

En cuanto a mis pasatiempos, disfruto mucho el senderismo y la fotografía. Me encanta caminar por los senderos, ya sea en las zonas desérticas o en la montaña. Llevo siempre mi cámara para capturar la fauna, especialmente aves, y también me gusta fotografiar las plantas. Es una manera de conectar con la naturaleza y, además, relajarme un poco. Es algo que me permite apreciar más los pequeños detalles de la vida.

¿Cuáles son sus planes para el futuro?

Para el futuro, mis planes son principalmente apoyar a mis hijos para que terminen su carrera profesional. En lo que respecta a mi trabajo, seguiré luchando por la conservación del medio ambiente y por la educación ambiental. Llevo casi 30 años en este ámbito y espero poder continuar con ello por mucho tiempo más. En un futuro, cuando me retire, me gustaría vivir en un lugar tranquilo con mi esposa, quizá en sitios como la Madrid o Ocampo, alejados del bullicio de las ciudades, y seguir contribuyendo en lo que pueda al cuidado del medio ambiente.

¿Realiza alguna actividad fuera de su trabajo?

Además de mi trabajo, me gusta mucho la jardinería, y de hecho, hemos formado un pequeño club con algunos amigos con el fin de adoptar jardines abandonados en la ciudad para embellecerlos. Aunque mi trabajo me consume bastante tiempo, siempre encuentro un espacio para disfrutar de estos hobbies que me conectan tanto con la naturaleza como con la gente. También me gusta salir al campo, hablar con la gente, escuchar sus inquietudes y ver cómo podemos ayudarles. Esa interacción me ha permitido aprender mucho y descubrir soluciones que a veces no había imaginado.

¿Qué le gusta hacer cuando sale al campo?

Me gusta mucho salir al campo y hablar con las personas, saber qué les gusta, qué les preocupa y cómo podemos ayudarles. Esa interacción me ha permitido aprender y solucionar problemas de una manera más humana. De hecho, me gusta detectar necesidades y posibilidades en la gente, y aunque a veces no pueda solucionarlo todo directamente, siempre trato de conectar a las personas con los recursos que necesitan. Es algo que me da mucha satisfacción, ver cómo pequeñas acciones pueden generar grandes cambios.

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