La entrevista con: Yaneth Bernal Ovalle, Nutrióloga en el hospital de la Cruz Roja

“Que la buena alimentación sea tu medicina”.
En esta entrevista, con Yaneth, nutrióloga de la Cruz Roja, comparte su trayectoria profesional, su motivación por dedicarse a la nutrición, los retos que enfrenta a diario en su labor y los consejos que ofrece a la población para llevar una vida saludable.
¿Por qué te inclinaste a la carrera de nutrición?
“Principalmente, mi decisión estuvo motivada por la preocupación por la salud de la población. Desde pequeña presté atención a los hábitos alimenticios y al cuidado de la salud de las personas que me rodeaban, sobre todo familiares cercanos. Con el tiempo, me di cuenta de que la nutrición podía ser una herramienta importante para mejorar la calidad de vida de los demás. También debo mencionar que en mi familia hubo antecedentes de enfermedades como diabetes e hipertensión, especialmente en mis abuelos, lo que seguramente influyó en mi interés por esta profesión. Siempre pensé que quería aportar un granito de arena en la prevención y tratamiento de estas enfermedades a través de la alimentación”.
¿Cómo desempeñas actualmente tu profesión?
“He estado laborando en esta institución desde hace nueve años, prácticamente desde que terminé la universidad. Salí directamente de mis estudios y me incorporé a la Cruz Roja, donde he tenido la oportunidad de desarrollarme profesionalmente y también de aprender mucho en el contacto directo con los pacientes”.
¿Qué es lo que más te ha gustado de tu carrera?
“Ver el cambio que experimentan los pacientes. Llegan a consulta cansados, con malestares físicos, enfermedades que afectan su calidad de vida y, muchas veces, con poca motivación para mejorar sus hábitos. Como profesional de la nutrición, tengo la oportunidad de guiarlos, brindarles un tratamiento nutricional adecuado y acompañarlos en ese proceso de cambio. Lo que más me satisface es observar cómo, con el tiempo y constancia, el paciente mejora no solo físicamente, sino también en su semblante y actitud. Es gratificante ver que mi intervención, aunque sea un pequeño aporte, forma parte de su progreso y bienestar”.
¿Cuál ha sido la experiencia más compleja que has enfrentado?
“He trabajado con pacientes de todo tipo y con diferentes condiciones. He atendido a personas con cáncer, obesidad mórbida que afecta gravemente su movilidad y calidad de vida, mujeres embarazadas con requerimientos nutricionales específicos, personas con diabetes, hipertensión y otras enfermedades crónicas. Cada uno de estos casos representa un desafío diferente porque implica adaptar los planes alimenticios a necesidades muy particulares, a veces con limitaciones médicas o económicas. En ocasiones, el reto más grande no solo es la enfermedad en sí, sino motivar al paciente y lograr que integre cambios sostenibles en su vida diaria, lo que requiere paciencia y acompañamiento”.
¿Cómo te mantienes actualizada para tus pacientes?
“Es fundamental estar siempre en constante actualización, porque la nutrición es un área que está en constante evolución. A pesar de contar con mi licenciatura, diplomados y maestrías, siempre busco tomar cursos, talleres y capacitaciones que me permitan innovar en los planes de tratamiento y estrategias educativas que aplico con los pacientes. La formación continua es clave para ofrecer alternativas más efectivas, adaptadas a cada persona, considerando sus hábitos, sus recursos y sus limitaciones. Esto me permite brindar una atención integral y personalizada, que realmente ayude a mejorar la calidad de vida de quienes acuden a consulta”.
¿Cuál es tu objetivo dentro de esta labor?
“Mi meta principal es mejorar la calidad de vida de las personas. Esto va más allá de dar recomendaciones alimenticias; se trata de acompañar al paciente para que adopte hábitos saludables que le permitan prevenir enfermedades, controlar condiciones crónicas y sentirse mejor consigo mismo. Busco que, independientemente de los recursos de cada persona o del tipo de alimentación que puedan tener, se sientan capaces de implementar cambios prácticos y sostenibles en su vida diaria. La nutrición debe ser accesible para todos y adaptada a sus posibilidades”.
Desde tu experiencia, ¿qué recomendación le darías a la población para cuidar su salud?
“Un consejo importante es no esperar a tener una enfermedad para cuidarse. Muchas veces las personas solo acuden a consulta cuando ya presentan síntomas o cuando la enfermedad está avanzada. Es fundamental adoptar buenos hábitos desde temprano, mantener una alimentación equilibrada y practicar ejercicio de manera regular. Estos pequeños cambios pueden prevenir muchas enfermedades y mejorar significativamente la calidad de vida. La prevención siempre es mejor que el tratamiento, y es un esfuerzo que vale la pena realizar desde el inicio”.
¿Qué consejo le darías a los jóvenes que tienen interés en estudiar nutrición?
“Es una carrera muy bonita y gratificante, que permite aportar algo a la sociedad y generar un impacto real en la vida de las personas. Aunque implique retos y responsabilidades, los resultados son satisfactorios. Los jóvenes deben animarse a estudiar nutrición, porque además de ser un área profesional con oportunidades de crecimiento, permite ayudar directamente a mejorar la salud y el bienestar de la población”.
¿Tienes alguna meta a corto, mediano o largo plazo?
“Mi meta principal siempre ha sido servir y ayudar a la gente, sin importar los recursos o el tipo de alimentación que tengan. Me motiva participar en campañas y programas que permitan acercar la nutrición a más personas y promover hábitos saludables. A corto y mediano plazo, busco seguir contribuyendo a la educación nutricional de la población y, a largo plazo, continuar con mi labor profesional ofreciendo atención personalizada que haga una diferencia real en la vida de los pacientes y repercuta positivamente”.
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