La acumulación de grasa en el abdomen podría ser un indicador más relevante del riesgo de padecer psoriasis que la grasa ubicada en otras partes del cuerpo, según un estudio reciente.
Los investigadores encontraron que la grasa abdominal, más que la cantidad total de grasa corporal, se relaciona fuertemente con el riesgo de desarrollar psoriasis, especialmente en mujeres.
“El lugar donde se acumula la grasa influye significativamente en el riesgo de psoriasis”, afirmó el Dr. Ravi Ramessur, dermatólogo del Instituto de Dermatología St. John’s del King’s College de Londres, en un comunicado de prensa.
La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel caracterizada por una producción acelerada de células cutáneas, que en lugar de renovarse en semanas, lo hacen en días, según la Academia Estadounidense de Dermatología. Este exceso provoca la aparición de placas gruesas, escamosas y con intensa picazón.
Aunque ya se sabía que el sobrepeso incrementa el riesgo de psoriasis, no estaba claro si el lugar donde se acumula la grasa en el cuerpo influía de manera específica.
Para esclarecerlo, los investigadores analizaron información de más de 330,000 participantes del Biobanco del Reino Unido, incluidos más de 9,000 con psoriasis. Evaluaron 25 indicadores de grasa corporal mediante técnicas tradicionales y de imagen avanzada, como la resonancia magnética.
Los resultados mostraron que medidas relacionadas con la grasa abdominal, como la circunferencia de la cintura, la relación cintura-cadera y el volumen de grasa visceral, fueron las más asociadas con el riesgo de psoriasis.
“La grasa central, particularmente la que se encuentra en la cintura, parece desempeñar un papel clave”, explicó Ramessur. “Esto nos ayuda a identificar a quienes tienen mayor riesgo de desarrollar psoriasis o una forma más grave, y plantea nuevas formas de enfocar la prevención y el tratamiento”.
El estudio también encontró que estos vínculos son más marcados en las mujeres, en quienes la grasa abdominal mostró una asociación especialmente fuerte con la enfermedad.
“Nos sorprendió la consistencia y la fuerza del vínculo entre las distintas formas de medir la grasa central y la psoriasis, y cómo el efecto fue más pronunciado en mujeres”, añadió Ramessur. “Esto sugiere que hay mecanismos biológicos aún no comprendidos del todo que merecen ser investigados”.
A partir de estos hallazgos, el Dr. Joel Gelfand, director del Centro de Psoriasis y Fototerapia de la Universidad de Pensilvania, destacó que medicamentos para perder peso como los agonistas del receptor GLP-1 (Ozempic, Zepbound) podrían ofrecer beneficios en el tratamiento o prevención de la psoriasis.
“La estrecha relación entre la psoriasis y la obesidad, sumada al potencial de los GLP-1 para reducir complicaciones, justifica realizar ensayos clínicos a gran escala con estos fármacos como tratamiento primario para la psoriasis”, escribió Gelfand en un editorial que acompaña al estudio.
También subrayó que el enfoque actual, centrado solo en tratar los síntomas cutáneos y articulares de la psoriasis, está quedando obsoleto, y es necesario incorporar la perspectiva metabólica y sistémica en la atención de esta enfermedad.