¿La gripe puede causar una infección estomacal? Esto responde la ciencia
Cuando la nariz no deja de escurrir y los estornudos son constantes, muchas personas creen que la infección responsable de la gripe también podría afectar el estómago.
¿Realmente la gripe provoca problemas digestivos? Conocer la respuesta permite elegir el tratamiento adecuado según la enfermedad que se presente.
Comprender las diferencias entre ambas afecciones es fundamental para saber cómo prevenirlas. En el caso de la gripe, la mejor protección es la vacuna; para las infecciones gastrointestinales, lo más eficaz es un buen lavado de manos.
¿La gripe ocasiona problemas estomacales?
La respuesta es no. Los virus que producen la gripe afectan únicamente el sistema respiratorio y no generan síntomas digestivos.
La confusión aparece debido al uso popular del término “gripe estomacal”. En realidad, la responsable de estos malestares es la gastroenteritis viral, una inflamación del estómago y los intestinos causada por distintos tipos de virus.
Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), las causas principales de este cuadro —que nada tiene que ver con la gripe— son:
Norovirus: Es la causa más frecuente de gastroenteritis viral en personas de todas las edades.
Rotavirus: Afecta sobre todo a bebés y niños pequeños.
Vías de transmisión: Se contagia principalmente por contacto con heces o vómito de una persona infectada y puede permanecer activo en superficies durante meses.
¿Qué es la “gripe estomacal” y cuáles son sus síntomas?
La gastroenteritis viral provoca vómito y diarrea. Los síntomas suelen aparecer rápidamente, entre 4 y 48 horas después de exponerse al virus.
De acuerdo con MedlinePlus, los síntomas más comunes son:
Diarrea líquida.
Dolor o retortijones abdominales.
Náuseas y vómitos.
Fiebre ocasional.
Por lo general, desaparece por sí sola en pocos días, pero su complicación más peligrosa es la deshidratación.
Las personas mayores, las embarazadas y quienes tienen un sistema inmune debilitado corren mayor riesgo de presentar cuadros graves.
Señales de deshidratación:
En adultos: Sed intensa, boca seca, orina muy oscura y fatiga.
En bebés y niños: Falta de pañales mojados por 3 horas o más, boca seca o ausencia de lágrimas.
Para evitar esta complicación, es importante reponer líquidos y electrolitos. En los niños se recomienda utilizar soluciones de rehidratación oral específicas.
¿Cómo se puede prevenir la gastroenteritis viral?
La prevención es la medida más eficaz para evitar la llamada "gripe estomacal".
Los NIH aconsejan:
Lavarse las manos adecuadamente con agua y jabón después de ir al baño, de cambiar pañales y antes o después de manejar alimentos.
Evitar preparar comida para otras personas si se está enfermo y hasta dos días después de que los síntomas se hayan ido.
Desinfectar superficies que hayan tenido contacto con vómito o heces usando una mezcla de cloro con agua.
Vacunar a los bebés contra el rotavirus: La primera dosis debe aplicarse antes de las 15 semanas de vida y el esquema debe completarse antes de los 8 meses.
Distinguir entre la gripe respiratoria y la gastroenteritis intestinal permite aplicar la prevención adecuada: la vacuna es clave contra la influenza, mientras que la higiene constante y una correcta hidratación son esenciales para combatir la gastroenteritis viral.
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