La siesta perfecta: cómo dormir 26 minutos puede mejorar tu productividad

Dormir siestas cortas durante el día puede ser clave para mejorar el rendimiento, la concentración y el estado de ánimo. Sin embargo, no cualquier siesta es beneficiosa; la duración y el horario son factores determinantes para aprovechar al máximo sus beneficios sin sentirte peor al despertar.

Según la Dra. Aarthi Ram, neuróloga especializada en medicina del sueño del Hospital Houston Methodist, una siesta bien planificada ayuda a combatir el cansancio diurno, mejora la productividad y hasta puede prevenir accidentes de tráfico causados por la somnolencia.

Estudios como el de la NASA en 1995 muestran que una siesta de unos 26 minutos puede aumentar el estado de alerta en un 54% y mejorar el rendimiento en un 34%. Sin embargo, dormir más tiempo puede tener efectos negativos. La Dra. Ram explica que si la siesta dura más de 30 minutos, puedes entrar en una fase de sueño profundo, lo que puede llevar a la inercia del sueño, un estado de fatiga y confusión que puede durar de media hora a varias horas.

En cuanto al mejor horario para la siesta, la especialista advierte que dormir demasiado temprano puede alterar tu ritmo circadiano, mientras que hacerlo demasiado tarde puede interferir con tu sueño nocturno. Lo ideal es programar la siesta entre las 2:00 p.m. y las 3:00 p.m., cuando normalmente los niveles de energía bajan.

Para aprovechar al máximo los beneficios de una siesta, sigue estos consejos prácticos respaldados por expertos en sueño:

1. Limita el tiempo: Usa una alarma para asegurarte de no dormir más de 30 minutos.

2. Crea el ambiente adecuado: Busca un lugar oscuro y tranquilo. Si no puedes, usa un antifaz o auriculares con sonidos blancos.

3. Elige el horario adecuado: Evita siestas muy tempranas o demasiado tarde; lo ideal es entre las 2 y 3 de la tarde.

Una siesta breve y bien planificada no solo te ayudará a sentirte más descansado, sino que también mejorará tu salud mental y física, y aumentará tu nivel de alerta de forma natural. Si necesitas un impulso de energía, una siesta bien hecha puede ser tan efectiva como una taza de café.