La transformación de Ryan García: ¿Cuándo pasó de héroe a villano?

Ryan García nos tiene cautivados con su historia, atrapados en su presente y confundidos acerca de su futuro. Parecía estar destinado a ser un héroe del boxeo, nacido en una familia humilde, con 15 títulos nacionales amateur en su haber.

Dejó la escuela por el boxeo y, a medida que crecía, se convirtió en una figura carismática, modelo e influencer, con millones de seguidores. Rápidamente, se le vio como el nuevo Oscar De La Hoya (Golden Boy) debido a su habilidad para conectar con los fanáticos fuera del deporte.

A sus 26 años, Ryan pasó de entrar al ring con canciones cristianas de Hillsong United, como "Oceans", a emular el espíritu de "El Rey" de José Alfredo Jiménez. Pasó de mostrarse como un esposo ejemplar a verse envuelto en acusaciones de causar destrozos en la casa de su pareja y de arrasar una habitación de hotel en Beverly Hills. De enviar mensajes motivacionales en redes sociales a realizar comentarios racistas y xenófobos, para luego disculparse. Admiraba a su promotor, De La Hoya, pero terminó demandándolo para pedirle su libertad, acusándolo de malos manejos, aunque siguen trabajando juntos.

Frases como "no debí haber tomado alcohol antes de la pelea con Haney", "soy el villano", y "a la gente le encanta el antihéroe. Es un tipo malo, pero, caray, a mí me cae bien", reflejan cómo el personaje que ha creado ha eclipsado al boxeador. Su estilo sobre el ring sigue siendo impresionante: pegada, técnica, movimientos fluidos, y en su mejor momento, destruía a sus oponentes.

Pero, ¿en qué momento se convirtió en su propio opuesto? Solo él sabe la respuesta, aunque algunos factores parecen haberlo impulsado a cambiar. En sus declaraciones y las de su familia, se destacan dos aspectos: el alcohol y la salud mental. Tras su victoria sobre Luke Campbell, Ryan anunció que tomaría una pausa, y más tarde reveló que comenzó a sentirse abrumado y perdido, especialmente tres semanas después de esa pelea, lo que afectó su salud mental.

Antes de su combate con Devin Haney, se le vio consumiendo alcohol, e incluso durante el pesaje tomó una cerveza. Su padre expresó su preocupación por el consumo de su hijo, sugiriendo que necesitaba terapia para controlar su relación con el alcohol. Posteriormente, Ryan se reconcilió con él y declaró que estaba trabajando en mejorar su bienestar físico y mental, especialmente en relación con el alcohol.

¿Está realmente restaurado? Su promotor, Oscar De La Hoya, expresó su optimismo al ver una versión mejorada de Ryan, pero su comportamiento en las conferencias de prensa sigue siendo impredecible. Aunque muestra una apariencia tranquila, de repente explota en ira y, en otras ocasiones, se calma. Los mensajes de Ryan siguen siendo confusos, y aunque su actuar deja dudas sobre su presente y futuro, solo el tiempo revelará si seguirá siendo el villano o si logrará recuperar su rumbo heroico.