Las empresas de alimentos compiten para reemplazar los colorantes artificiales con alternativas naturales

El movimiento para retirar los colorantes artificiales de los alimentos en Estados Unidos avanza con fuerza, aunque implementarlo tomará tiempo y será complicado.
Recientemente, autoridades sanitarias estadounidenses instaron a las empresas alimentarias a dejar de usar voluntariamente colorantes sintéticos derivados del petróleo antes de que termine 2026.
Robert F. Kennedy Jr., secretario de Salud, calificó estos colorantes como “sustancias tóxicas” que podrían afectar negativamente la salud y el desarrollo infantil, según informó Associated Press.
Esta iniciativa llega tras una creciente presión social que llevó a la prohibición del colorante Rojo 3, vinculado al desarrollo de cáncer en estudios con animales. Los colorantes artificiales están presentes en productos populares como cereales, dulces y bebidas deportivas.
En respuesta, empresas como Sensient Technologies, uno de los mayores productores de tintes, están buscando alternativas naturales. En su planta de St. Louis, la científica Abby Tampow experimenta con mezclas como jugo de zanahoria y betacaroteno para replicar tonalidades sintéticas, como el rojo de una vinagreta de frambuesa embotellada.
“Muchos de nuestros clientes finalmente han decidido que este es el momento adecuado para hacer la transición a colores naturales”, declaró Dave Gebhardt, director técnico de Sensient.
Sin embargo, el cambio representa un reto importante: los colorantes naturales son más costosos —hasta 10 veces más—, menos estables ante el calor y la luz, y requieren una mayor producción agrícola.
“No existen reservas gigantes de jugo de remolacha listas para usarse si toda la industria decide cambiarse”, advirtió Paul Manning, director ejecutivo de Sensient. “Hablamos de decenas de millones de libras de materia prima que deben cultivarse, recolectarse y procesarse”.
Los colorantes naturales provienen de fuentes como frutas, vegetales, flores e incluso insectos. Por ejemplo, para obtener un tono rosa intenso similar al "rosa Barbie", se necesita un tipo de insecto llamado cochinilla, y hacen falta unos 70,000 de ellos para producir solo 1 kilogramo de tinte.
Actualmente, alrededor del 20 % de los alimentos en EE. UU. contiene colorantes añadidos, muchos con varias combinaciones de tintes.
Aunque la FDA afirma que estos colorantes son seguros si se usan adecuadamente, expertos señalan que su presencia es un indicador de alimentos ultraprocesados, los cuales representan más del 70 % de la dieta estadounidense y se han asociado con enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad.
Marion Nestle, especialista en políticas alimentarias, expresó: “Apoyo eliminar los colorantes artificiales. Son solo decorativos, no aportan beneficios para la salud ni la seguridad, y pueden perjudicar a algunos niños”.
No obstante, cambiar no siempre resulta bien. En 2016, General Mills reemplazó los colorantes artificiales del cereal Trix, pero ante la queja de los consumidores por la pérdida de color y sabor, la empresa volvió a incluirlos un año después.
Varias compañías como PepsiCo y WK Kellogg ya están tomando medidas para eliminar los tintes sintéticos. Sensient asegura estar preparada para ayudar a las empresas a cumplir con la meta para 2026.
“Ya que tenemos una fecha límite, el reloj ha comenzado a correr”, concluyó Manning. “Es momento de actuar”.
DIETA: Mascar chicle: cómo impacta tu salud dental, digestiva y cognitiva
Mascar chicle es una práctica común en Estados Unidos: en un estudio realizado en 2019, el 62% de más de tres mil adolescentes y adultos encuestados reportaron haber mascado chicle en los últimos seis meses, con un promedio de uno al día. Pero, ¿qué efectos tiene este hábito -- leer más
Noticias del tema