Laura Zapata cumplió promesa a la Virgen de Guadalupe
Laura Zapata rememoró la promesa que hizo a la Virgen de Guadalupe durante el secuestro que vivió en 2002, cuando fue privada de la libertad junto a su hermana Ernestina Sodi.
La actriz Laura Zapata revivió uno de los episodios más duros de su vida: el secuestro que sufrió en 2002 junto a su hermana, la escritora Ernestina Sodi, y cómo en ese momento se aferró a su fe religiosa para soportar la tragedia.
Durante una entrevista para el programa Ventaneando, Zapata reveló que, mientras se encontraba privada de su libertad, hizo una promesa a la Virgen de Guadalupe, a quien considera su protectora.
“Cuando yo estaba secuestrada, ahí estaba una Virgen de la Santísima Guadalupe, llena de agua bendita, y yo le pedí que si salía de ese horror, iba a venir a visitarla”, expresó.
La promesa cumplida
La también cantante y escritora recordó que al recuperar su libertad, acudió de rodillas a la Basílica de Guadalupe para agradecer por su vida.
“Entré hincada de rodillas para agradecerle que me salvó la vida”, narró emocionada.
Este testimonio se suma a sus múltiples visitas al recinto mariano, donde frecuentemente organiza misas o reza el rosario. En esta ocasión, la actriz compartió que rezará su rosario número 1,084 desde el fallecimiento de su abuela, Eva Mange, figura clave en su vida.
Visita a iglesias de la CDMX
Además de su visita a la Basílica, Laura también acudió a la Iglesia de la Virgen Desatanudos, ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México. En ambas paradas expresó su agradecimiento y renovó su compromiso espiritual.
El secuestro de 2002
Laura Zapata y Ernestina Sodi fueron secuestradas en septiembre de 2002, en un caso que generó gran atención mediática, en parte por ser hermanas de la cantante Thalía, quien entonces ya estaba casada con el empresario Tommy Mottola.
Ambas permanecieron en cautiverio por varios días y tras ser liberadas, relataron públicamente las difíciles condiciones que vivieron. Desde entonces, Zapata se ha manifestado como una sobreviviente y promotora de la denuncia de este tipo de delitos.
Fe y gratitud: el pilar de su vida actual
La actriz de 67 años ha reiterado que la fe ha sido un sostén fundamental en su vida. Tras el secuestro, se volvió más activa en su vida espiritual, manteniendo prácticas como la oración diaria y la visita regular a templos católicos.
Además, Laura se ha mantenido en el medio artístico con participaciones en telenovelas, teatro y programas de opinión. En diversas entrevistas ha comentado que no teme expresar su fe ni sus convicciones, incluso cuando estas generan polémica.
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