La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos dio luz verde en junio de 2025 al primer tratamiento preventivo contra el VIH que se administra con una sola inyección cada seis meses. Este medicamento, conocido como lenacapavir, alcanzó una eficacia del 99,9 % en ensayos clínicos para prevenir la infección por VIH a través del contacto sexual, lo que supone un avance significativo en la lucha contra este virus.
Una nueva forma de profilaxis
La profilaxis preexposición (PrEP) consiste en que personas sin VIH tomen medicamentos antirretrovirales para protegerse si se exponen al virus, especialmente aquellos con alto riesgo, como quienes tienen múltiples parejas sexuales sin utilizar preservativo. Desde 2019, esta estrategia se ha convertido en una herramienta fundamental de salud pública en países como España. Sin embargo, hasta ahora, la PrEP requería la toma diaria de una pastilla, y su eficacia dependía del cumplimiento constante. La llegada de alternativas de acción prolongada, como lenacapavir, podría cambiar este panorama.
¿Cómo actúa el nuevo medicamento?
Lenacapavir pertenece a una categoría innovadora de antirretrovirales: los inhibidores de la cápside, que bloquean la cubierta proteica del VIH e interfieren en distintas fases de su replicación. A diferencia de las pastillas diarias, este tratamiento se aplica mediante una inyección subcutánea dos veces al año.
Los estudios clínicos, que incluyeron a miles de personas de diversos perfiles, demostraron que más del 99 % de quienes recibieron el fármaco no contrajeron el virus. En un ensayo, no se registró ninguna infección, y en otro, solo se detectaron dos casos. Su eficacia superó incluso a la de la PrEP oral tradicional, lo que llevó a la revista Science a incluirlo entre los avances científicos más relevantes de 2024.
Ventajas frente a la PrEP diaria
Aunque la PrEP en forma de pastilla ha estado disponible desde 2019, no todos pueden seguir ese régimen: algunos por motivos médicos, otros por dificultades de acceso o por no poder mantener la rutina diaria. La inyección semestral representa una solución para estas personas, al mejorar la adherencia, reducir visitas médicas frecuentes y ofrecer mayor privacidad al no requerir medicamentos visibles. Además, su liberación prolongada garantiza una protección continua, lo que podría aumentar la aceptación entre quienes hasta ahora no utilizaban PrEP.
Eso sí, lenacapavir solo protege frente al VIH, por lo que su uso debe combinarse con preservativo u otras medidas preventivas contra infecciones de transmisión sexual.
Obstáculos: precio y distribución
Pese a su potencial, el acceso a lenacapavir es limitado por su alto coste, lo que representa un gran reto, sobre todo en países con menos recursos. ONUSIDA ha advertido que la innovación solo es útil si llega a quienes la necesitan. La interrupción de fondos del PEPFAR y los recortes al Fondo Mundial también amenazan su implementación global.
La farmacéutica Gilead ha otorgado licencias a fabricantes genéricos en 120 países de ingresos bajos y ofrece acceso gratuito en EE. UU. a personas sin seguro, pero muchas naciones de renta media siguen fuera. Además del precio, se requerirá una infraestructura de salud adecuada para garantizar el seguimiento, la realización de pruebas periódicas de VIH y la correcta administración del fármaco.
Próximos pasos: hacia una PrEP anual y autoadministrable
Gilead está desarrollando una versión intramuscular de lenacapavir que se aplicaría solo una vez al año. También se estudian opciones de autoinyección, como las usadas en diabetes, lo que facilitaría su uso en áreas con servicios médicos limitados. La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene previsto publicar recomendaciones sobre su uso durante la Conferencia Internacional del Sida en Kigali, en julio de 2025.
Conclusión
Lenacapavir representa un gran paso adelante en la prevención del VIH. Con solo dos inyecciones al año y una eficacia sobresaliente, podría transformar las estrategias preventivas, especialmente para quienes enfrentan barreras con las opciones actuales. No obstante, para que este avance tenga un impacto real, será crucial garantizar el acceso equitativo mediante políticas inclusivas y precios justos, acercándonos así a la meta de frenar la transmisión global del VIH.