¿Listo para la cuesta de enero? Así puedes evitar que tus finanzas caigan en 2026
La cuesta de enero 2026 llega con inflación acumulada y aumento de impuestos; la planificación financiera y el consumo consciente son clave para proteger la economía familiar.
La cuesta de enero de 2026 se presenta como un periodo particularmente desafiante para las finanzas personales, marcado por la inflación acumulada, el aumento del IEPS a productos como bebidas azucaradas y gasolina, y los gastos excesivos de diciembre, por lo que expertos recomiendan la planificación financiera, el consumo consciente y herramientas como la regla 50/30/20 para evitar que la economía familiar se vea severamente afectada.
¿Qué es la cuesta de enero y por qué es más difícil en 2026?
La cuesta de enero es un fenómeno anual donde los productos y servicios incrementan su costo debido a la inflación, agravado por las deudas y compromisos económicos acumulados en diciembre. Para 2026, este escenario se complica por el incremento del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) presentado en el Paquete Económico 2026, que afecta a refrescos, jugos, cigarros y gasolina, sumado a una recuperación económica familiar aún frágil.
Recomendaciones clave de instituciones financieras para proteger tu economía
Instituciones como BBVA y Santander sugieren: evaluar gastos recientes, pagar deudas prioritarias con intereses altos, priorizar necesidades básicas (alimentos, vivienda, servicios), evitar nuevas deudas y, de ser posible, crear un fondo de emergencia equivalente a tres meses de gastos básicos. También proponen generar ingresos extras mediante la venta de artículos no usados o emprendimientos pequeños.
La regla 50/30/20: una herramienta probada para la administración financiera
La regla 50/30/20 es una metodología ampliamente recomendada para distribuir los ingresos netos mensuales: 50% para necesidades (vivienda, comida, transporte), 30% para deseos (ocio, compras no esenciales) y 20% para ahorro o pago de deudas adicionales. Esta estructura ayuda a mantener el control presupuestal y a construir un colchón financiero para enfrentar periodos de ajuste como la cuesta de enero.
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