Llamado a la solidaridad desde la fe en la misa dominical de Santiago Apóstol
Destacó que, en la vida, las diferencias materiales son evidentes, pero al final todos llegan a la misma condición: muere el rico y muere el pobre.
En la misa dominical de la iglesia Santiago Apóstol de Monclova, el padre Francisco Cortés exhortó a los fieles a no endurecer el corazón y a vivir una vida de amor, solidaridad y compasión inspirados en el ejemplo de Jesús.
El sacerdote recordó el pasaje bíblico que narra la vida del hombre rico y del pobre Lázaro, señalando cómo la indiferencia y el egoísmo marcan una distancia entre ambos. Destacó que, en la vida, las diferencias materiales son evidentes, pero al final todos llegan a la misma condición: muere el rico y muere el pobre. A partir de esa igualdad, invitó a reflexionar sobre lo que cada persona hace con los bienes que Dios concede.
El valor de compartir los bienes
Francisco Cortés subrayó que lo recibido de manera gratuita debe compartirse también de forma gratuita. Un corazón que sabe dar y compartir, dijo, se asemeja al sagrado corazón de Jesús, al mismo tiempo que fortalece la vida comunitaria y la justicia social. Llamó a los asistentes a mirar la realidad de los demás con compasión y a construir una sociedad más solidaria.
Jesús como ejemplo de humildad y servicio
Durante la homilía se recordó que Jesús, siendo rico, se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza. Esa entrega, explicó el sacerdote, muestra la cercanía de Dios con la humanidad y la invitación a vivir en comunión fraterna. Recalcó que en la teología se reconoce cómo el Hijo de Dios se hizo humano para conducirnos a la santidad y a la salvación.
Virtudes como camino a la verdad
El padre también citó la segunda lectura, en la que San Pablo habla de las virtudes que deben sostener al hombre de fe: rectitud, piedad, fe, amor, paciencia y mansedumbre. Estas, aseguró, son la columna vertebral que guía a los creyentes hacia la verdad de Dios y hacia la vivencia auténtica del Evangelio en comunidad.
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