La Cleveland Clinic ha advertido que los alimentos ultraprocesados están relacionados con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y obesidad.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), estos productos están compuestos principalmente por sustancias derivadas de alimentos, junto con aditivos que mejoran su apariencia, sabor o textura, imitando a otros alimentos. Se caracterizan por un alto contenido de azúcares añadidos, grasas totales y saturadas, así como sodio, y por tener pocos nutrientes como proteínas, fibra, minerales y vitaminas, en comparación con alimentos naturales o mínimamente procesados.
En esta línea, un estudio reciente del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, publicado en Nature Medicine, sugiere que incluso un consumo moderado de estos productos puede ser dañino. El análisis se enfocó en tres componentes comunes en las dietas ultraprocesadas: carnes procesadas, bebidas azucaradas y grasas trans, los cuales se identificaron como principales responsables del aumento de enfermedades crónicas. El estudio, basado en cohortes y casos de control, concluyó que incluso una ingesta baja de estos alimentos incrementa el riesgo de sufrir distintas afecciones.
Los autores señalaron que los ultraprocesados son uno de los factores que más impulsan las enfermedades crónicas a nivel global y que su consumo excesivo ya ha contribuido a millones de muertes prematuras.
En cuanto a las carnes procesadas, como salchichas, embutidos y panceta, se conservan mediante aditivos químicos que contienen sustancias perjudiciales como compuestos N-nitrosos, hidrocarburos aromáticos policíclicos y aminas heterocíclicas, todas asociadas con el desarrollo de cáncer.
El estudio reveló que consumir entre 0,6 y 57 gramos diarios de carne procesada incrementa el riesgo de diabetes tipo 2 en un 11%, y que una ingesta de 50 gramos diarios eleva ese riesgo hasta un 30%. Además, esta misma cantidad se relaciona con un aumento del 7% en el riesgo de cáncer colorrectal y del 15% en enfermedades cardíacas isquémicas.
Respecto a las bebidas azucaradas, el informe destaca que son la principal fuente de azúcares añadidos en muchas dietas. Incluso un consumo moderado se relaciona con un aumento del 8% en el riesgo de diabetes tipo 2, y hasta un 2% más de riesgo de cardiopatía isquémica con ingestas de hasta 365 gramos diarios.
También se detectó que la ingesta de ácidos grasos trans, incluso en niveles bajos (alrededor del 1% de las calorías diarias), está asociada con un aumento del 11% en el riesgo de enfermedades cardíacas. Estas grasas se encuentran en productos como galletas, pasteles, snacks, alimentos fritos y algunas margarinas.
Los especialistas de Cleveland Clinic aclaran que no todos los alimentos procesados son dañinos, ya que algunos mínimamente procesados conservan su valor nutricional. Sin embargo, los ultraprocesados van más allá al incorporar ingredientes que alteran radicalmente la naturaleza del alimento original.