Los orígenes de la lepra son más extraños de lo que pensábamos

Una de las enfermedades más antiguas conocidas tiene una historia más compleja de lo que se pensaba. Una reciente investigación publicada revela que una forma de lepra ya afectaba a las personas en América mucho antes de la llegada de los europeos.

Un amplio grupo internacional de científicos llevó a cabo este estudio, publicado el jueves en la revista Science. Encontraron evidencia del ADN de Mycobacterium lepromatosis —una especie bacteriana descubierta hace poco y responsable de causar lepra— que ya infectaba a personas en América del Norte y del Sur hace más de mil años, mucho antes de la colonización europea. Estos resultados contradicen la creencia de que los europeos fueron quienes introdujeron la lepra en el Nuevo Mundo.

La lepra, conocida por su efecto destructivo en el cuerpo humano, ha sido mencionada repetidamente en la Biblia (aunque algunas referencias pueden referirse a otras enfermedades). Estas bacterias causan una infección crónica en la piel y los nervios, pero sus síntomas —como llagas y lesiones— pueden tardar años en manifestarse. Si no se trata con antibióticos, la infección puede dañar progresiva y permanentemente estos tejidos, llevando a discapacidades y complicaciones graves.

La lepra, o enfermedad de Hansen, es causada principalmente por Mycobacterium leprae, pero en 2008 se descubrió que también puede ser causada por una especie similar llamada M. lepromatosis. Esta última parece ser menos común y predomina en América, aunque se sabe poco sobre ella, en parte porque es muy difícil cultivar estas bacterias en laboratorio, ya que, como los virus, solo pueden replicarse dentro de células vivas.

El autor principal del estudio, Nicolás Rascovan, experto en evolución de enfermedades humanas, se interesó por estas bacterias al encontrar inesperadamente ADN de M. lepromatosis en restos humanos antiguos de América del Norte. Esto lo llevó a investigar cuánto tiempo llevaba circulando esta bacteria en el continente, cómo se había propagado antes del contacto con europeos y qué diversidad genética podría tener hoy en día.

Analizaron cientos de muestras de pacientes actuales y ADN antiguo de personas precolombinas, encontrando que tres de estas muestras antiguas, de lo que ahora son Canadá y Argentina, contenían ADN de la bacteria.

Hasta ahora se creía que los europeos trajeron la lepra a América, y eso es cierto para M. leprae, pero este estudio demuestra que al menos una de las dos especies causantes, M. lepromatosis, ya estaba presente en el continente siglos antes, y probablemente evolucionó localmente durante miles de años. Esto cambia radicalmente la comprensión histórica de la enfermedad en América.

Gracias a los antibióticos y a mejores condiciones sanitarias, la lepra es rara en muchas partes del mundo —en EE.UU. se registran unos 200 casos anuales— pero sigue siendo un problema serio en otros países, con más de 200,000 casos reportados globalmente cada año. Estos nuevos hallazgos pueden alterar tanto el entendimiento histórico como las perspectivas futuras de la lepra.

Mientras la mayoría de los casos actuales de M. lepromatosis se relacionan con un grupo bacteriano específico que se difundió recientemente, el equipo identificó otros linajes que han evolucionado de forma independiente en América durante más de 9,000 años. Esto sugiere que estas bacterias podrían haberse mantenido en reservorios animales, aunque aún no está claro cuáles. Por ejemplo, en EE.UU., la lepra clásica ha sido asociada en ocasiones con contacto con armadillos. Aunque M. leprae sigue siendo la principal causa de lepra a nivel mundial, su pariente menos conocido tiene el potencial de convertirse en un riesgo mayor.

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