Los papás ayudan a moldear los hábitos alimenticios de sus hijos
La alimentación en la adolescencia masculina puede influir en la dieta de sus futuros hijos
Un estudio reciente sugiere que los hábitos alimenticios de los hombres durante su adolescencia pueden tener un impacto duradero en la forma en que alimentan a sus hijos en el futuro, incluso antes de convertirse en padres.
Según investigadores que presentaron sus hallazgos en una reunión de la Sociedad Americana de Nutrición en Orlando, Florida, aquellos hombres que mantuvieron una dieta saludable durante su juventud eran más propensos a promover buenos hábitos alimenticios en sus hijos, además de prestar más atención a lo que consumen.
“Descubrimos que los padres con una alimentación más sana en la adolescencia tienden a fomentar mejores hábitos en sus hijos pequeños”, explicó Mariane De Oliveira, investigadora postdoctoral del Boston College. Añadió que estos padres no solo daban ejemplo al comer saludablemente, sino que también supervisaban el consumo de productos poco nutritivos como dulces y snacks.
El estudio se basó en datos de 669 hombres que completaron cuestionarios sobre su dieta en la adolescencia y, años después, informaron sobre los hábitos alimenticios de sus hijos, que tenían entre 1 y 6 años. Los participantes, hijos de enfermeras, habían sido parte de estudios desde las décadas de 1990 y 2000, y fueron contactados nuevamente en 2021 y 2022.
Para evaluar la calidad de la dieta, los investigadores utilizaron el Índice de Alimentación Saludable, una herramienta que valora el consumo de alimentos como frutas, verduras, cereales integrales, productos lácteos y proteínas magras, así como la moderación en el consumo de azúcares añadidos, sodio y grasas saturadas.
Durante su adolescencia, un 44 % de los participantes presentaba dietas poco saludables, el 40 % mostró una disminución en la calidad de su alimentación y solo el 16 % mejoró sus hábitos con el tiempo.
Los resultados mostraron que los hombres que mejoraron su dieta en la adolescencia tenían un 90 % más de probabilidades de actuar como modelos positivos de alimentación saludable y un 60 % más de probabilidad de controlar la ingesta de alimentos poco nutritivos en sus hijos.
Como resultado, sus hijos eran significativamente más propensos a consumir las cantidades recomendadas de frutas y verduras diarias en comparación con los niños cuyos padres tenían malos hábitos alimenticios en su juventud.
“Los hábitos alimentarios saludables adquiridos en la adolescencia no solo benefician a quien los adopta, sino que también influyen en cómo educan a sus hijos en cuestiones de nutrición”, afirmó De Oliveira. “Este hallazgo cobra especial importancia ante el aumento de la obesidad infantil y los malos hábitos dietéticos. Mejorar la alimentación de los adolescentes —incluso los varones— puede generar beneficios duraderos y trascender generaciones”.
Cabe señalar que, al tratarse de datos presentados en una conferencia médica, los resultados deben considerarse preliminares hasta que sean publicados en una revista científica revisada por pares.
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