Marcas asiáticas ganan terreno a armadoras de EE.UU. en México

Las armadoras estadounidenses pierden hasta 40% de ventas de autos fabricados en México frente al avance de las marcas asiáticas.
El panorama de la industria automotriz en México ha experimentado una transformación radical en la última década, con un cambio significativo en la preferencia de los consumidores y en las estrategias de fabricación de las grandes armadoras. Un análisis de la firma consultora Urban Science Latinoamérica revela que las tres grandes automotrices estadounidenses (General Motors, Ford y Stellantis) no solo han perdido participación en el mercado de ventas, sino que han reducido drásticamente la comercialización de vehículos ensamblados en suelo mexicano, en favor de importaciones desde otros países, principalmente China.
Este fenómeno contrasta con el auge de las marcas asiáticas, que han logrado incrementar su presencia y consolidar sus operaciones de manufactura local, ganándose la confianza del consumidor mexicano. El estudio, que compara datos del primer semestre de 2016 con los del primer semestre de 2025, pinta un escenario de pérdida de hasta 5.3 puntos porcentuales de participación de mercado para las firmas estadounidenses.
La drástica reducción en la fabricación local de GM, Ford y Stellantis
El caso más emblemático de este cambio de estrategia es el de General Motors. De acuerdo con los datos de Urban Science, el 53% de los autos que GM vendía en México en el primer semestre de 2016 eran manufacturados en territorio nacional. Para el mismo periodo de 2025, esa cifra se desplomó a apenas un 11%. Paralelamente, la venta de vehículos de origen chino, que era inexistente para la marca hace una década, representó el 74% de sus comercializaciones en México en los primeros seis meses de este año.
"Hace 10 años, la venta de GM de origen chino no figuraba dentro de su plataforma en México, pero para el primer semestre del 2025, comercializó el 74% de autos manufacturados en China", comentó Eric Ramírez, director general de Urban Science Latam. Este giro en el abastecimiento coincidió con una pérdida de 5.3 puntos porcentuales en su participación total del mercado, al caer del 18.6% en 2016 al 13.3% en 2025.
La situación para Ford también refleja una tendencia similar, aunque con matices diferentes. La armadora redujo la venta de autos fabricados en México de un 20% en 2016 a un 11% en 2025. Al mismo tiempo, comenzó a importar unidades desde China, las cuales alcanzaron un 23% de su mix de ventas en el país, desde un 0% previo. Como consecuencia, su participación de mercado total se contrajo del 6% al 3.6% en el periodo analizado.
Stellantis, por su parte, mostró una reducción menos pronunciada en la fabricación local. Sus ventas de autos hechos en México pasaron de 24% a 21% en diez años. Sin embargo, también incorporó importaciones desde China, que representaron el 10% de sus ventas totales en el primer semestre de 2025, un canal que no explotaba previamente.
¿Qué factores explican el auge de las marcas asiáticas en México?
Frente a la retracción de las estadounidenses, el mercado ha sido copado por marcas asiáticas que han implementado una estrategia opuesta: invertir fuertemente en plantas de manufactura local para abastecer al mercado doméstico y para exportación. Marcas como Toyota, KIA y Mazda no solo han ganado participación con una amplia gama de modelos, sino que han logrado posicionarse como fabricantes dentro de México, consolidando su venta de autos hechos localmente.
KIA, por ejemplo, ha sido un caso de éxito destacado. Eric Ramírez de Urban Science señaló que la marca surcoreana pasó de tener un 3% de autos hechos en México en 2016 a un impresionante 65% en 2025, convirtiéndose en una de las armadoras asiáticas que más produce y vende autos manufacturados en territorio nacional. Esta apuesta por la producción local ha sido clave para su aceptación y crecimiento.
Toyota ha capitalizado la creciente demanda de tecnologías híbridas, un segmento donde lleva una clara delantera, mientras que Mazda ha fortalecido su presencia con modelos diseñados para el consumidor mexicano. La instalación de sus plantas de ensamble no solo les ha permitido evitar altos aranceles, sino también agilizar la entrega de unidades y adaptarse mejor a las necesidades del mercado, factores que los consumidores valoran cada vez más al elegir un auto nuevo.
El cambio en las estrategias globales de las armadoras
Este reacomodo en el mercado mexicano no responde únicamente a una preferencia de marca, sino a decisiones estratégicas globales de las corporaciones. Las automotrices estadounidenses han reconfigurado sus cadenas de suministro a nivel mundial, destinando sus plantas mexicanas principalmente a la exportación de modelos grandes, como pickups y SUVs, hacia Estados Unidos y otros mercados.
En contraparte, para abastecer el mercado mexicano, han encontrado más rentable importar vehículos de otros hubs de producción, como China, para modelos de menor segmento y precio, o desde Brasil y Estados Unidos para otros segmentos. Esta estrategia les permite optimizar costos y capacidad de producción a escala global, aunque a expensas de una menor participación en el mercado interno mexicano.
El futuro del mercado automotor mexicano
La transformación del sector sugiere que la tendencia continuará en el futuro mediato. La competencia se intensificará con la eventual llegada de más marcas chinas de bajo costo y el fortalecimiento de la oferta híbrida y eléctrica. La clave para cualquier armadora que busque competir en México parece ser una combinación de manufactura local, precios competitivos y modelos adaptados a las preferencias del consumidor, una fórmula que las asiáticas han aplicado con notable éxito.
La evidencia indica que el mercado mexicano ya no es un coto dominado exclusivamente por las grandes de Detroit. La diversificación de opciones y el cambio en las estrategias de fabricación han empoderado al consumidor, quien ahora tiene más opciones que nunca y whose choices están redefiniendo la industria nacional.
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