México invertirá 8,177 millones para fortalecer la red eléctrica

El Gobierno de México destina una inversión histórica de $8,177 millones de dólares para modernizar y expandir la red nacional de transmisión eléctrica.
El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Energía (SENER) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), anunció una inversión sin precedentes de 8,177 millones de dólares para expandir y modernizar la red nacional de transmisión eléctrica en un plazo de cinco años. El plan, presentado por la presidenta Claudia Sheinbaum, contempla la construcción de cientos de nuevas líneas y subestaciones para fortalecer la infraestructura energética del país, beneficiando a más de 50 millones de usuarios y reforzando la soberanía energética nacional.
Invertirá $8,177 millones en red eléctrica
En un movimiento destinado a transformar la infraestructura energética del país, el Gobierno federal confirmó una inversión estratégica de 8,177 millones de dólares para la expansión y modernización del Sistema de Transmisión Eléctrico Nacional. El proyecto, de alcance quinquenal, se enmarca dentro del Plan de Expansión del Sistema Eléctrico Nacional 2025-2029.
Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo calificó el monto como "una inversión muy importante" para el futuro del país. Por su parte, la secretaria de Energía, Luz Elena González Escobar, detalló que los recursos se focalizarán en obras de transmisión, subestaciones eléctricas y compensadores síncronos, elementos clave para incrementar la eficiencia, confiabilidad y alcance de la red nacional.
Ampliación de la Infraestructura Crítica
El plan pretende dar un salto cuantitativo en la capacidad del sistema. Actualmente, México opera una red de más de 111,000 kilómetros de líneas de transmisión y cuenta con más de 1,300 subestaciones eléctricas. La meta con esta nueva inyección de capital es ambiciosa: se construirán 275 nuevas líneas de transmisión estratégicas, lo que se traduce en 6,735 kilómetros adicionales de red, y se edificarán 524 nuevas subestaciones eléctricas.
Además de la nueva infraestructura, el proyecto incluye la modernización de activos existentes mediante la incorporación de tecnologías de última generación. Este enfoque dual busca reducir las pérdidas técnicas de energía, disminuir la congestión en los nodos críticos y mejorar la resiliencia del sistema ante contingencias.
Impacto Nacional y Beneficios para la Población
Uno de los objetivos primordiales de esta expansión es cerrar la brecha de acceso a la energía. Según explicó la mandataria, "con esta inversión se beneficiarán más de 50 millones de usuarios". Los beneficios se materializarán en la conexión de comunidades alejadas y zonas industriales con alta demanda, el reforzamiento del abastecimiento ante desastres naturales y el aseguramiento de las interconexiones internacionales.
La directora general de la CFE, Emilia Calleja Alor, añadió que la ejecución de estos proyectos generará una importante derrama económica y empleo, con la participación de más de 5,000 trabajadores especializados en todo el territorio nacional, consolidando a la empresa productiva del Estado como el pilar del desarrollo energético.
Distribución Geográfica y Soberanía Energética
La inversión se distribuirá de manera estratégica para equilibrar el desarrollo regional. Del total de proyectos planificados, 92 se localizarán en la región norte del país, 49 en el centro y 30 en el sur. Esta distribución busca reforzar los polos de desarrollo económico y los corredores industriales, incrementando la capacidad de suministro eléctrico donde más se necesita.
Esta iniciativa es una pieza clave en la política de soberanía energética que promueve la administración actual. Se alinea directamente con el paquete de 18 puntos anunciado en abril por la presidenta Sheinbaum, como respuesta a la política de proteccionismo comercial de Estados Unidos, que incluía una inversión de $624,618 millones de pesos para lograr la autosuficiencia eléctrica.
La ejecución de este macroplan de transmisión, que se llevará a cabo entre 2024 y 2030, sentará las bases para una infraestructura eléctrica más robusta, moderna y estratégica, preparando a México para los desafíos energéticos de las próximas décadas.
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