Migrantes temen acudir a iglesias en EE. UU., alerta obispo
Migrantes en EE. UU. temen asistir a iglesias por miedo a redadas, advierte obispo. El temor afecta incluso a quienes tienen documentos legales.
Monseñor Hilario González señala que las personas evitan espacios públicos por miedo a redadas.
La población migrante que radica en Estados Unidos enfrenta un clima de temor que ha afectado incluso su participación en actividades religiosas, de acuerdo con el obispo de Saltillo, monseñor Hilario González García, quien advirtió que muchas personas temen ser detenidas durante posibles redadas.
El jerarca católico explicó que este fenómeno no solo involucra a personas en situación irregular, sino también a quienes ya cuentan con documentos legales en Estados Unidos. “Muchas personas están en la legalidad, están bien, pero sienten este temor”, expresó monseñor Hilario González García.
Frente a esta situación, indicó que la Iglesia católica mantiene un llamado a la oración para que se tomen decisiones con humanidad por parte de las autoridades. “Estamos en oración para que Dios toque el corazón y la mente de quienes toman decisiones respecto a este tema”, añadió.
El obispo señaló que, además de la preocupación espiritual, existe un esfuerzo estructurado dentro de la Iglesia para apoyar a personas deportadas en su proceso de retorno a sus países de origen.
Coordinación entre obispos de Centroamérica y México
Monseñor Hilario González García recordó que se llevó a cabo una reunión de obispos de la frontera sur de Centroamérica y México, donde se revisaron mecanismos de apoyo para quienes sean deportados. En ese espacio se abordaron estrategias para acompañar y consolar a quienes deben dejar Estados Unidos de forma obligada.
El obispo manifestó su deseo de que este entorno hostil no escale en formas de violencia. “Espero que todo esto no se convierta en una agresión física, violenta, porque las personas migrantes ya enfrentan demasiado sufrimiento”, declaró. Destacó que muchos de los migrantes han abandonado sus países con la intención de mejorar la calidad de vida de sus familias.
Expuso que los migrantes, en su mayoría, contribuyen positivamente a las comunidades en las que residen. “Muchos de ellos son personas honestas y trabajadoras que han sacado adelante a su familia y hay que respetar esto”, apuntó.
También explicó que, hasta el momento, no se ha registrado un aumento considerable en retornos voluntarios, pero sí se ha notado que ahora las personas son deportadas directamente a sus países de origen, lo cual genera desafíos adicionales para su reintegración.
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