Migrantes viven en incertidumbre ante políticas implementadas
La comunidad migrantes en Estados Unidos atraviesa por una de las situaciones más complejas en los últimos años.

Ante el panorama cada vez más complejo que enfrentan los migrantes en Estados Unidos, la Diócesis de Piedras Negras, encabezada por el Obispo Alfonso Miranda Guardiola, ha expresado su profunda preocupación y solidaridad con quienes se encuentran en condiciones de alta vulnerabilidad, principalmente aquellos que viven con el constante temor de ser detenidos o deportados.
La realidad actual muestra una intensificación de las redadas migratorias, incluso en lugares donde anteriormente no se imaginaba su ejecución, como los campos agrícolas y zonas rurales de difícil acceso. A esto se suma la reciente creación de centros de detención especiales para migrantes, lo que ha generado críticas por parte de organizaciones defensoras de derechos humanos tanto en Estados Unidos como en México.
El Obispo Miranda señaló que la situación migratoria se ha vuelto alarmante, ya que muchos migrantes viven con miedo constante, sin posibilidad de establecerse con tranquilidad ni de acceder a servicios básicos como salud o educación. “Los migrantes están siendo tratados como criminales por el simple hecho de buscar una vida mejor. Eso debe preocuparnos como sociedad y como Iglesia”, manifestó.
Apoyo espiritual y acciones concretas en la frontera
Desde este lado de la frontera, la Diócesis de Piedras Negras ha trabajado activamente para generar mejores condiciones de atención a los migrantes en tránsito, ofreciendo apoyo espiritual, alimentación, orientación y espacios seguros a través de albergues y parroquias en coordinación con otras organizaciones civiles.
“Estamos conscientes de que no podemos cambiar las leyes migratorias, pero sí podemos acompañar, proteger y dignificar el paso de los migrantes por nuestra región. Además de los servicios que les ofrecemos, elevamos constantemente nuestras oraciones para que tengan fuerza, protección y esperanza en medio de tanto sufrimiento”, expresó el líder eclesiástico.
Llamado a la solidaridad
El Obispo también hizo un llamado a la sociedad civil y autoridades mexicanas a no ser indiferentes ante el sufrimiento de los migrantes. Destacó que detrás de cada persona en tránsito hay una historia de lucha, pobreza, violencia o necesidad que los ha obligado a dejar su país y a arriesgarlo todo por un mejor futuro.
“La Iglesia seguirá caminando con ellos, extendiendo la mano, ofreciendo consuelo y siendo voz ante las injusticias. El Evangelio nos llama a ver en el rostro del migrante al rostro de Cristo, y eso no lo podemos ignorar”, concluyó Miranda Guardiola.
La Diócesis reafirma así su compromiso de seguir defendiendo la dignidad humana, especialmente de quienes, por su estatus migratorio, enfrentan mayor exclusión y riesgo.
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