Muere Kelley Mack, actriz de la serie 'The Walking Dead'

Kelley Mack, actriz estadounidense reconocida por su papel de Adeline en la serie The Walking Dead, falleció el pasado 2 de agosto, según informó su familia este martes.

“Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Kelley. Una luz brillante y apasionada ha pasado al más allá, donde todos llegaremos algún día”, compartió su hermana Kathryn a través de Instagram.

La actriz murió acompañada de su madre, Kristen, y de su tía Karen. En el mensaje, su hermana expresó cuánto la extrañarán sus seres queridos y destacó su valentía, especialmente en su decisión de enfrentar con fe su partida. En un comunicado más detallado publicado en la plataforma CaringBridge, se reveló que Kelley Mack falleció a los 33 años a causa de un glioma en el sistema nervioso central.

¿Qué es un glioma?

De acuerdo con la Clínica Mayo, un glioma es un tipo de tumor cerebral que se forma a partir de células gliales, que son las encargadas de apoyar y proteger las neuronas. Al crecer, este tipo de tumor puede presionar áreas del cerebro o la médula espinal, causando diversos síntomas según su ubicación.

¿Quién fue Kelley Mack?

Originaria de Cincinnati, Kelley mostró desde joven un interés por el cine. Estudió cinematografía en la Universidad Chapman, en el Dodge College of Film. Inició su carrera actoral con la cinta The Elephant Garden y participó posteriormente en varias producciones populares como The Walking Dead, Chicago Med, 9-1-1, Broadcast Signal Intrusion y Delicate Arch.

Su papel en The Walking Dead

En la novena temporada de la serie, Kelley interpretó a Adeline, una sobreviviente del apocalipsis que se refugió en la comunidad de Hilltop. Su personaje se hizo cercano a otros como Gage y Rodney, hasta que fue asesinada por Alpha, uno de los antagonistas de la historia.

Homenajes póstumos

Su familia organizará un homenaje en su honor el próximo 16 de agosto en el Glendale Lyceum, en Glendale, Ohio. También están considerando realizar un segundo evento en Los Ángeles, ciudad en la que Kelley dejó muchos amigos y recuerdos.