Muere Sandro Giacobbe a los 75 años en Italia
El cantante italiano Sandro Giacobbe falleció a los 75 años en su casa de Cogorno, dejando un legado de baladas románticas que marcaron generaciones en Italia y Latinoamérica.
El cantante Sandro Giacobbe murió este viernes a los 75 años en su domicilio de Cogorno, Italia, debido a un tumor que enfrentaba desde hace una década, según medios locales.
Sandro Giacobbe muere a los 75 años
La música romántica de Italia y Latinoamérica despide al reconocido intérprete Sandro Giacobbe, autor de baladas que se consolidaron como clásicos desde la década de los setenta. El cantante falleció en su residencia de Cogorno, en el norte italiano, de acuerdo con información difundida este viernes por medios locales.
Una trayectoria marcada por éxitos
Nacido en Génova en 1949, Giacobbe alcanzó popularidad internacional gracias a sus baladas melódicas, que se convirtieron en referentes del género durante los años setenta y ochenta. Entre sus temas más emblemáticos destacan “Señora mía”, “El jardín prohibido” y “Los ojos de tu madre”, canciones que él mismo tradujo al español para conectar con el público hispanohablante.
Reconocimiento internacional
La influencia del artista trascendió las fronteras italianas. En 2003, Giacobbe participó en el Festival de Viña del Mar con el tema “E passa il tempo”, con el que obtuvo el segundo lugar. Su voz y estilo romántico lo mantuvieron vigente entre diversas generaciones de oyentes.
Una lucha prolongada contra la enfermedad
El cantante convivió durante diez años con un tumor que afectó progresivamente su salud. En marzo pasado, durante una entrevista en el programa televisivo “Domenica in”, reveló que ya no podía caminar ni ponerse en pie, compartiendo uno de los momentos más vulnerables de su vida.
Legado para la música romántica
La muerte de Sandro Giacobbe deja un vacío en el panorama musical europeo y latinoamericano. Su obra continúa resonando entre quienes crecieron escuchando sus baladas y entre nuevas audiencias que descubren su estilo inconfundible. Su legado permanece como una pieza clave de la música romántica contemporánea.
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