Niño muere por amiba después de nadar en un lago

Un niño de 12 años de Carolina del Sur falleció tras contraer una rara ameba que destruye el tejido cerebral, según informó el abogado de su familia.

Jaysen Carr, estudiante de secundaria, murió el pasado 18 de julio luego de haber nadado en el lago Murray, un embalse cercano a Columbia, Carolina del Sur, de acuerdo con una publicación de la firma legal de Tyler D. Bailey.

Médicos del Hospital Infantil Prisma Health confirmaron que Jaysen se infectó con Naegleria fowleri, una ameba microscópica que habita en aguas dulces cálidas y puede provocar una infección cerebral letal.

Durante una rueda de prensa, la doctora Anna-Kathryn Burch explicó que esta ameba está presente en prácticamente todos los cuerpos de agua dulce del estado y es común en el sureste de EE. UU., según The New York Times.

El riesgo de contagio aumenta en verano, cuando las temperaturas suben y los niveles de agua bajan.

Aunque extremadamente inusual, esta infección es casi siempre mortal, indica los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Desde 1962 hasta 2024, se han registrado 167 casos en EE. UU., de los cuales solo cuatro personas han sobrevivido.

Generalmente, quienes entran en contacto con Naegleria fowleri no presentan síntomas. El riesgo de infección ocurre únicamente cuando el agua contaminada entra por la nariz, como al nadar o bucear. Desde allí, el organismo asciende al cerebro, donde destruye el tejido cerebral.

La enfermedad que causa se conoce como meningoencefalitis amebiana primaria (PAM) y su progresión es rápida. Los primeros síntomas incluyen:

• Dolor de cabeza

• Fiebre

• Náuseas

• Vómitos

Aunque poco frecuente, se han reportado otros casos similares en años recientes. En 2022, un niño murió tras nadar en un río de Nebraska. En 2020, un niño de seis años falleció luego de jugar en una plataforma de agua o usar una manguera en la costa del Golfo de Texas. También se han registrado muertes en parques acuáticos en Carolina del Norte (2016) y Texas (2018).

Según los CDC, estos espacios son generalmente seguros si el agua está correctamente clorada.

Además de actividades acuáticas, se han documentado infecciones por irrigación nasal con agua no tratada. A principios de este año, una mujer de 71 años murió tras utilizar agua del grifo para realizar enjuagues nasales en una casa rodante.

La FDA recomienda emplear únicamente agua hervida, destilada o estéril para este tipo de procedimientos.