No alcanzar las metas de peso afecta más que la apariencia física

El fracaso en el intento de perder peso no solo afecta al cuerpo, sino también a la salud mental. Según Yunuhén Juárez, psicóloga bariátrica, esta situación puede generar frustración, baja autoestima e incluso depresión.

"Cuando alguien no logra este objetivo, pueden surgir emociones como la no aceptación corporal y la desmotivación, afectando proyectos de vida y bienestar personal", explica Juárez.

En un contexto donde los estándares de belleza promueven cuerpos delgados y altos, muchas personas recurren a métodos extremos para bajar de peso. Sin embargo, estos ideales no reflejan la diversidad corporal y solo representan a menos del 4% de la población mundial. "Debemos cuestionar lo que estamos buscando detrás de esos estereotipos", señala Juárez, quien destaca que asociar el éxito personal con la apariencia física puede ser perjudicial.

Impacto emocional y consejos para afrontarlo
La frustración por no perder peso, a pesar de seguir dietas y realizar ejercicio, puede desencadenar problemas emocionales. Juárez recomienda un enfoque integral para manejar estas emociones:

• Trabajo terapéutico: Identificar y confrontar pensamientos relacionados con la comparación y los estándares de belleza.

• Valorar lo propio: Aceptar las características únicas de cada cuerpo, desde el peso hasta la estatura, en lugar de aspirar a ideales inalcanzables.

• Evitar la desesperación: No recurrir a soluciones rápidas, como medicamentos sin supervisión médica.

Cómo bajar de peso de manera segura
La experta sugiere abordar la pérdida de peso de manera multidisciplinaria, integrando nutrición, ejercicio y terapia psicológica. Este enfoque permite comprender que no se trata de demonizar alimentos ni sobrecargar el cuerpo, sino de adoptar hábitos sostenibles para el bienestar general.

La importancia del acompañamiento psicológico
El apoyo de especialistas como psicólogos y nutriólogos es fundamental en los procesos de pérdida de peso. Juárez enfatiza que este acompañamiento previene trastornos alimentarios y mantiene la salud mental. "La aceptación del cuerpo no es resignación, sino un proceso activo para reconciliarnos con nosotros mismos", concluye.

Más allá de los objetivos físicos, cuidar la salud mental es esencial. Si las metas relacionadas con el peso generan frustración o afectan la calidad de vida, es importante buscar ayuda profesional para trabajar desde la raíz y encontrar un equilibrio entre cuerpo y mente.