No confundas un tumor con una 'bolita de grasa': síntomas que debes conocer

Detectar un tumor a tiempo puede ser crucial para mejorar el tratamiento y el pronóstico en muchas enfermedades. Un tumor es una masa anormal de tejido que surge cuando las células del cuerpo crecen y se reproducen sin control. Aunque no todos los tumores son cancerosos, es importante que un profesional de la salud los evalúe siempre.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, los tumores se forman cuando el sistema natural que regula la división celular y elimina las células defectuosas falla. Esta falla provoca una acumulación excesiva de células, que da lugar a un tumor.
Factores que incrementan el riesgo de desarrollar un tumor
Aunque no se conocen con exactitud todas las causas que originan los tumores, los especialistas identifican varios factores que aumentan el riesgo:
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Estilos de vida poco saludables, como fumar, alimentarse mal, llevar una vida sedentaria y beber alcohol en exceso.
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El envejecimiento, ya que la probabilidad de desarrollar tumores crece con la edad.
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Antecedentes familiares, especialmente si hay casos de cáncer en la familia.
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Mutaciones genéticas, es decir, alteraciones en el ADN que afectan el control de la división celular.
Reconocer estos factores a tiempo es fundamental para prevenir y detectar temprano la enfermedad.
Tumores benignos y malignos: diferencias principales
Un aspecto clave al diagnosticar un tumor es saber si es benigno o maligno:
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Tumor benigno: No es canceroso, no invade tejidos cercanos ni se extiende a otras zonas del cuerpo. Sin embargo, puede requerir cirugía si su tamaño afecta órganos o funciones vitales.
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Tumor maligno: Es canceroso y puede invadir tejidos vecinos y diseminarse (hacer metástasis) a través del sistema linfático o la sangre.
En ambos casos, el diagnóstico debe realizarse con pruebas médicas específicas y seguimiento por parte de profesionales.
Síntomas que pueden indicar la presencia de un tumor
Los síntomas varían según el tipo, tamaño y ubicación del tumor. En las etapas iniciales, algunos tumores no presentan síntomas, lo que dificulta su detección. No obstante, hay señales comunes que podrían alertar:
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Fiebre y escalofríos
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Fatiga constante
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Pérdida de apetito
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Sudoración nocturna
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Dolor localizado
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Pérdida de peso sin causa aparente
Además, los síntomas dependen del órgano afectado. Por ejemplo, un tumor en los pulmones puede causar tos persistente, dificultad para respirar y dolor en el pecho, mientras que un tumor en el colon puede manifestarse con sangre en las heces, diarrea o estreñimiento.
Realizar revisiones médicas periódicas y estar atentos a cualquier cambio en el cuerpo es esencial para detectar tumores a tiempo. Solo un médico puede confirmar el diagnóstico mediante estudios clínicos y decidir el tratamiento más adecuado.
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