No ignores las señales: Daño digestivo por uso excesivo de medicinas

El uso excesivo o inadecuado de medicamentos, ya sean de prescripción o de libre acceso, puede ocasionar daños importantes en el sistema digestivo, manifestándose con úlceras, sangrados y desequilibrios en la microbiota intestinal.
Este problema afecta a millones de personas en todo el mundo y puede interferir con la correcta absorción de nutrientes, además de alterar el funcionamiento de órganos clave como el hígado y los riñones.
El consumo sin control de analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos (AINE), laxantes y antibióticos es una de las principales causas de estas complicaciones, las cuales pueden evolucionar hacia enfermedades crónicas o incluso poner en riesgo la vida si no se tratan a tiempo. Estas prácticas deterioran de forma significativa la salud gastrointestinal.
Daños en el tracto digestivo superior
El sistema digestivo alto suele ser uno de los primeros en resentir los efectos adversos. Los AINE, usados con frecuencia para aliviar dolor e inflamación, pueden dañar directamente la mucosa del estómago, favoreciendo la aparición de gastritis, lesiones y, en casos más graves, úlceras pépticas.
Estas lesiones pueden provocar hemorragias o, en situaciones extremas, perforaciones en el estómago o el duodeno, lo que constituye una urgencia médica. Asimismo, el uso prolongado o abusivo de algunos analgésicos puede agravar enfermedades preexistentes o generar nuevos trastornos en el esófago y el estómago, afectando el proceso normal de digestión.
Afectación del intestino y la microbiota
El intestino delgado y el colon tampoco están exentos de daño. El abuso de laxantes puede alterar el tránsito intestinal natural, generar dependencia y debilitar la musculatura del colon, lo que favorece la aparición de estreñimiento severo al suspender su uso.
En el caso de los antibióticos, aunque son fundamentales para tratar infecciones, su uso indiscriminado elimina tanto bacterias dañinas como benéficas, alterando la microbiota intestinal. Esta disbiosis puede provocar diarrea persistente, síndrome de intestino irritable y mayor riesgo de infecciones por bacterias resistentes.
Daño orgánico asociado al uso excesivo de fármacos
La exposición prolongada a ciertos medicamentos puede causar lesiones estructurales y funcionales en el esófago, el estómago y el duodeno. Algunos fármacos pueden adherirse a la mucosa esofágica, generando inflamación, úlceras y dolor al tragar.
El hígado, encargado de metabolizar la mayoría de los medicamentos, también puede verse gravemente afectado. Dosis elevadas de paracetamol, por ejemplo, son una causa conocida de toxicidad hepática aguda, que puede progresar a insuficiencia hepática. Los riñones, responsables de eliminar muchos fármacos y sus metabolitos, también pueden dañarse, especialmente con el uso crónico de AINE, aumentando el riesgo de insuficiencia renal.
Consecuencias a largo plazo y prevención
El desequilibrio de la microbiota intestinal no solo compromete la digestión, sino que también impacta en el sistema inmunológico y en la salud general. Además, el abuso de medicamentos puede ocultar síntomas de enfermedades subyacentes, retrasando diagnósticos oportunos.
Ante la presencia de molestias digestivas persistentes o la sospecha de un uso inadecuado de fármacos, es indispensable buscar orientación médica. La información adecuada y el consumo responsable de medicamentos son esenciales para prevenir daños irreversibles y proteger la salud del sistema digestivo.
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