Obra inconclusa afecta la vialidad en Mendoza Berrueto
Una zanja a la altura de la colonia Delicias afecta al ingreso de la colonia y a los negocios comerciales.


En una ciudad que busca avanzar y ofrecer servicios adecuados a sus habitantes, resulta paradójico que algunas obras públicas terminen convirtiéndose en obstáculos y riesgos para la comunidad. Tal es el caso de la avenida Mendoza Berrueto, una de las principales arterias viales de Piedras Negras, que actualmente sufre las consecuencias de una obra inconclusa realizada por el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (SIMAS). Esta intervención incompleta no solo afecta la circulación vehicular y peatonal, sino que pone en riesgo la seguridad de quienes transitan por esta importante vía.
La avenida Mendoza Berrueto conecta puntos estratégicos de la ciudad, facilitando el flujo diario de miles de automovilistas y peatones, tanto para trasladarse al centro como hacia colonias y zonas comerciales importantes. Sin embargo, desde hace varias semanas, una zanja abierta a la altura de la colonia Delicias ha alterado este equilibrio, transformando un espacio que debería facilitar la movilidad en una trampa latente. Lo que debería haber sido una mejora para la infraestructura hidráulica y sanitaria, se ha convertido en un verdadero problema de riesgo y caos vial.
El tramo afectado muestra un panorama preocupante: la zanja permanece abierta, rodeada únicamente por un letrero que indica “obra en proceso”. La señalización resulta insuficiente, sobre todo en horarios nocturnos, cuando la visibilidad es limitada y los conductores tienen menos margen para reaccionar ante un obstáculo inesperado. Esta situación incrementa la probabilidad de accidentes graves, incluyendo la posibilidad real de que un vehículo caiga en la zanja, con consecuencias imprevisibles tanto para los ocupantes como para otros usuarios de la vía.
A lo largo de los días, esta obra inconclusa ha provocado una serie de afectaciones directas e indirectas. En primer lugar, la vialidad se ha visto seriamente afectada, obligando a los conductores a reducir su velocidad y a realizar maniobras evasivas para esquivar la zona. Este tipo de condiciones genera congestión y aumenta el estrés de los conductores, especialmente durante las horas pico, cuando el tránsito se vuelve más intenso. Además, al obligar a los vehículos a circular en un solo carril o incluso a desviarse por zonas no preparadas para el tránsito vehicular, se incrementan las probabilidades de colisiones y accidentes.
El impacto no se limita solo a la circulación vial, sino que también afecta al sector comercial de la zona. La zanja abierta ocupa parte del espacio destinado al estacionamiento de una plaza de negocios y restaurantes, reduciendo significativamente la capacidad para que los clientes puedan acceder cómodamente a estos establecimientos. Esto provoca una caída en la afluencia de visitantes, afectando las ventas y la economía local. En un momento en el que la reactivación económica es clave para muchos pequeños y medianos negocios, una obra inconclusa y mal gestionada termina causando más perjuicios que beneficios.
Esta situación evidencia una falla grave en la planificación, ejecución y supervisión de obras públicas que deberían beneficiar a la ciudadanía. Las obras hidráulicas o de saneamiento son necesarias y urgentes en muchas áreas de la ciudad, pero deben llevarse a cabo con responsabilidad y celeridad para evitar convertirse en un lastre para la vida diaria de las personas. La demora y el descuido en la finalización de esta obra en Mendoza Berrueto revelan una carencia de compromiso y eficiencia por parte de las autoridades responsables.
No es comprensible que una obra iniciada en un punto tan crucial de la ciudad permanezca abierta y sin concluir por tanto tiempo. La falta de un cierre adecuado y un perímetro de seguridad visible ponen en riesgo la integridad física de los usuarios de la avenida. La negligencia en este tipo de trabajos refleja una mala administración pública que no considera, o simplemente ignora, el impacto negativo que puede generar en la ciudadanía.
Este tipo de obras inconclusas y abandonadas también deterioran la imagen de la ciudad. Piedras Negras es una comunidad con potencial de crecimiento y desarrollo, pero estos contratiempos minan la confianza de sus habitantes y visitantes en las autoridades locales y en los proyectos públicos. La percepción de abandono y desinterés genera un ambiente de frustración, donde la ciudadanía siente que sus necesidades y seguridad pasan a un segundo plano frente a la burocracia y la ineficiencia.
Además, esta situación plantea dudas sobre la calidad de la supervisión y el seguimiento que se realiza a las obras públicas en la ciudad. ¿Qué mecanismos de control existen para garantizar que las obras se completen en tiempo y forma? ¿Quién es responsable de la demora y por qué no se han aplicado medidas para acelerar su conclusión? Estas preguntas permanecen sin respuesta, mientras la zanja abierta sigue siendo un peligro latente para todos.
En un contexto donde la infraestructura urbana debe ser un motor para mejorar la calidad de vida y la movilidad, la obra inconclusa en Mendoza Berrueto representa un obstáculo tangible para el progreso. La falta de atención y prontitud en su terminación afecta no solo la movilidad, sino la economía y seguridad de quienes viven y transitan por esta zona. Más que una simple molestia, es una muestra de cómo la mala gestión puede transformar un proyecto potencialmente beneficioso en un problema que afecta a toda la comunidad.
Noticias del tema