Orden ejecutiva de Trump relaja estándares de emisiones para autos nuevos

El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para revertir los estándares de eficiencia de combustible de la era Biden, impulsando los autos a gasolina y frenando los vehículos eléctricos.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles una orden ejecutiva que revierte los estrictos requisitos de eficiencia de combustible y emisiones para vehículos nuevos aprobados por el expresidente Joe Biden, una medida con la que busca "poner fin al injusto y costoso mandato de los vehículos eléctricos", impulsar de nuevo los autos de gasolina y, según la Casa Blanca, generar un ahorro de 109 mil millones de dólares para las familias estadounidenses en cinco años.

Desde el Despacho Oval, Trump afirmó que las "onerosas regulaciones de Biden" contribuyeron a que el precio de los autos se disparara más de un 25%. La nueva orden, dijo, "da un paso más para acabar con esta nueva estafa ecológica". La Casa Blanca estima que la medida permitirá un ahorro promedio de mil dólares por cada coche nuevo y un ahorro total de 109 mil millones de dólares en cinco años. Trump justificó la decisión argumentando: "Tenemos más gasolina que cualquier otro país, con diferencia, y la gente quiere carros de gasolina".

Presión de la industria automotriz y apoyo de ejecutivos

El presidente reveló que el sector automotriz llevaba meses pidiendo la derogación de la norma. Mencionó específicamente que "la gente de Ford venía a verme todo el tiempo y me decía: 'Por favor, nos está matando, está disparando los costes'". Durante el anuncio estuvo acompañado por los consejeros delegados de Ford y Stellantis, Jim Farley y Antonio Filosa, lo que simbolizó el apoyo de segmentos clave de la industria a la flexibilización regulatoria.

Impacto en los estándares de ahorro de combustible

La orden ejecutiva reducirá significativamente los requisitos de ahorro de combustible, que establecen las distancias que deben recorrer los vehículos nuevos con un galón de gasolina. Esto implica un retroceso sustancial en los objetivos ambientales establecidos por la administración Biden, que buscaba acelerar la transición hacia vehículos eléctricos como parte de su estrategia contra el cambio climático.

Un golpe más a la agenda climática de Biden

La decisión representa un duro revés para los esfuerzos climáticos de la administración anterior y aviva el enfrentamiento con estados demócratas que han implementado políticas propias para reducir emisiones de gases de efecto invernadero. Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha desmantelado casi toda la agenda climática de Biden y ha reforzado políticas a favor de los combustibles fósiles, consolidando un cambio radical en la política ambiental estadounidense.

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