Jesús Martínez, dueño del Pachuca, está nuevamente en el ojo del huracán tras un comentario controversial relacionado con temas televisivos.
A pesar de la reciente victoria de su equipo ante el Tricampeón y su enfrentamiento con Emilio Azcárraga Jean, su actitud hacia los medios y su reacción a un post en Twitter (ahora "X") han desatado críticas. El post, que fue publicado por una cuenta de bajo perfil, incitó a Martínez a atacar a los medios, lo que reveló una falta de asesoramiento en comunicación.
En lugar de celebrar los logros de su equipo y de su técnico, Guillermo Almada, Martínez prefirió centrarse en sus frustraciones. A pesar de sus éxitos, como la formación de jugadores y su modelo institucional, su relación con otros propietarios ha estado marcada por enemistades y disputas, lo que lo ha dejado aislado en muchos aspectos.
A lo largo de los años, Martínez ha mostrado una serie de habilidades como dirigente, pero su falta de aliados y sus constantes conflictos, como los que surgieron con Alejandro Irarragorri y la propuesta del Fondo de Inversión, le han pasado factura. Su ambición y rebeldía frente a las estructuras establecidas no le han permitido consolidar una red de apoyo sólida, y hoy enfrenta desafíos legales relacionados con contratos televisivos que podrían tener consecuencias en el futuro de Pachuca y otros de sus equipos.
A pesar de sus contribuciones al fútbol mexicano, Martínez parece estar atrapado en una batalla constante contra lo que considera injusticias, sin lograr realmente sumar fuerzas en su favor.