Pacientes con ACV muestran mayor adherencia a la rehabilitación con realidad virtual
La incorporación de la realidad virtual en el ámbito de la salud se ha destacado como una técnica prometedora para la rehabilitación, especialmente en pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular (ACV).
No obstante, un estudio reciente realizado en la República Checa y publicado en Frontiers indicó que, aunque estas tecnologías inmersivas pueden aumentar la motivación y ofrecer la posibilidad de practicar actividades que no están disponibles en hospitales, no presentan mejoras clínicas significativas en la calidad de vida en comparación con las terapias tradicionales.
La investigación, que incluyó a 50 pacientes en un centro especializado en neurorehabilitación asociado a la Universidad de Ostrava, aportó nuevos datos sobre el verdadero alcance de la realidad virtual en la recuperación tras un ACV.
El estudio evaluó a personas que habían sufrido un primer ACV isquémico en los seis meses previos, divididas en dos grupos de 25. Durante cuatro a cinco semanas, un grupo recibió terapia convencional combinada con sesiones de realidad virtual, mientras que el otro recibió solo tratamiento tradicional. Se analizaron la calidad de vida, funciones cognitivas y autonomía antes y después del tratamiento, con un seguimiento de hasta un año.
Los pacientes tenían entre 40 y 69 años, con buen estado clínico y cognitivo, y participaron en entre 10 y 15 sesiones de realidad virtual de 20 minutos, utilizando dispositivos Oculus Quest 2 y el software VITALIS Pro VR, con ejercicios como pintura, trazado 3D y rompecabezas en entornos virtuales variados. La terapia tradicional incluyó fisioterapia, terapia ocupacional, masajes y estimulación eléctrica.
Los resultados mostraron mejoras significativas en ambos grupos, pero sin diferencias relevantes entre quienes usaron realidad virtual y quienes siguieron solo la terapia convencional. Sin embargo, la realidad virtual mantuvo sus beneficios en el tiempo, sugiriendo que podría ser un complemento útil, aunque sin superar la eficacia de los métodos tradicionales.
Un aspecto positivo fue la mayor motivación generada por la realidad virtual, gracias a su carácter lúdico y la variedad de ejercicios, lo que ayudó a evitar la monotonía y facilitó la práctica de movimientos repetitivos esenciales para la neuroplasticidad y recuperación post-ACV.
El estudio reconoce limitaciones como el tamaño reducido de la muestra y la exclusión de pacientes con otras enfermedades, además de que algunas actividades virtuales fueron consideradas demasiado simples, evidenciando la necesidad de programas más personalizados.
Aunque no demostró mejoras clínicas superiores, la realidad virtual se presenta como una herramienta válida para aumentar la motivación y ofrecer entornos seguros y atractivos para la rehabilitación. Los autores destacan la importancia de continuar investigando su impacto a largo plazo y la mejor manera de integrarla en programas multidisciplinarios, donde la combinación de tecnología, atención individualizada y apoyo familiar sea fundamental para la recuperación funcional después de un ACV.
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