Papagayo’s: el inicio musical de Selena y los Quintanilla

Papagayo’s fue el restaurante donde Abraham Quintanilla impulsó a sus hijos, creando el primer escenario musical de Selena antes de convertirse en un ícono internacional.

El fallecimiento de Abraham Quintanilla reavivó el interés por su papel como padre y mánager en los inicios de Selena, cuando a finales de los años setenta abrió Papagayo’s, un restaurante en Lake Jackson, Texas, para impulsar el proyecto musical familiar que dio origen a Selena y Los Dinos.

Papagayo’s, el primer escenario de Selena

Mucho antes del reconocimiento internacional, Abraham Quintanilla sentó las bases de la carrera de su hija en un entorno familiar. A finales de los años setenta, abrió el restaurante Papagayo’s, un negocio que funcionó como escenario improvisado para que sus hijos tocaran mientras los clientes comían. El local se convirtió en el punto de partida de Selena y Los Dinos, agrupación integrada por Selena en la voz, Suzette Quintanilla en la batería y A.B. Quintanilla en el bajo.

Ubicado en Lake Jackson, Texas, Papagayo’s ofrecía platillos mexicanos inspirados en las raíces de Marcela Zamora, esposa de Abraham y originaria de Acuña, Coahuila. Mientras el restaurante operaba, la familia también formaba musicalmente a los niños y les enseñaba español para interpretar canciones dentro del género texano.

La crisis que impulsó la música familiar

El proyecto gastronómico no logró sostenerse cuando la crisis derivada del declive de la industria petrolera afectó a la región a inicios de los años ochenta. Ante la falta de empleo y el cierre del restaurante, la música se convirtió en la principal alternativa económica de la familia. En una entrevista con Texas Monthly en 2020, Abraham Quintanilla recordó que la banda era “lo mejor que teníamos” y que todos estuvieron de acuerdo en intentarlo como sustento.

Para entonces, Selena tenía 12 años y la agrupación comenzó a recorrer Texas presentándose en fiestas familiares y eventos comunitarios, hasta establecerse en Corpus Christi. La dinámica seguía siendo completamente familiar: Abraham fungía como ingeniero de sonido y Marcela Quintanilla se encargaba de la iluminación.

El talento descubierto en casa

Antes de retomar la música, Abraham había trabajado en Dow Chemical, intentando mantener a su familia lejos de la vida nocturna que conoció como músico. Sin embargo, por las noches tocaba la guitarra en casa y fue ahí donde descubrió la capacidad vocal de su hija. Según relató, Selena comenzó a cantar con él cuando tenía alrededor de seis años, un momento que marcaría el rumbo de su carrera.

Ese impulso inicial permitió que Selena y Los Dinos grabaran seis álbumes antes de que la cantante debutara como solista en 1989, consolidándose más tarde como una de las figuras más representativas del Tex-Mex con temas como “Como la flor” y “El chico del apartamento 512”.

El legado de Abraham Quintanilla

Tras el asesinato de Selena en 1995, Abraham Quintanilla continuó resguardando el legado artístico de su hija. Se mantuvo involucrado en la Fundación Selena, colaboró en la dirección de Q-Productions y participó como productor ejecutivo en proyectos televisivos inspirados en la vida de la cantante, reforzando su papel como figura clave en la historia de la música texana.

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