Parroquia Santiago Apóstol reflexiona sobre el amor y la paz

En el sexto domingo de Pascua, el padre destacó que este tiempo litúrgico representa la vida, la luz y la alegría.

Durante la misa dominical en la parroquia Santiago Apóstol de Monclova, el padre Juan Francisco invitó a los fieles a vivir esta etapa final de la Pascua con profundidad espiritual, recordando que sólo en el amor verdadero y el discernimiento se encuentra la paz auténtica.

La Pascua como camino de transformación

En el sexto domingo de Pascua, el padre destacó que este tiempo litúrgico representa la vida, la luz y la alegría. Invitó a los fieles a permanecer en el amor, reconociendo que la presencia física y espiritual en comunidad fortalece los lazos con Dios. Recalcó que desde el bautismo, cada persona se convierte en morada del Espíritu Santo y que obedecer el Evangelio, incluso en lo pequeño, transforma la vida y el corazón.

La paz como fruto de la obediencia

El padre subrayó que la paz ofrecida por Jesús no depende de acuerdos externos, sino que nace de una conciencia tranquila y de saberse en las manos de Dios. Frente a los conflictos cotidianos y la inseguridad, señaló que el verdadero problema no es la ausencia de Dios en el mundo, sino en el corazón de los hombres. Solo desde el encuentro íntimo con Cristo se puede llevar paz a las familias, trabajos y comunidades.

Discernimiento y valentía desde la fe

A dos semanas de celebrar Pentecostés, el sacerdote recordó que el Espíritu Santo nos otorga valentía para actuar conforme a la verdad. Mencionó que esa fortaleza, recibida desde la confirmación, permite distinguir entre el bien y el mal. Insistió en que cada decisión tiene consecuencias, y exhortó a vivir con responsabilidad ante Dios, la Iglesia y la sociedad.

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