Perfil de ‘La Perris’, operador de Los Chapitos abatido en Sinaloa

Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias “La Perris”, fue abatido en Sinaloa tras meses de cacería; era una figura clave en el brazo armado de Los Chapitos.
La muerte de Jorge Humberto Figueroa Benítez, conocido como “El 27” o “La Perris”, marca un punto de quiebre en la guerra interna del Cártel de Sinaloa. Abatido el 23 de mayo, su caída revela años de operaciones encubiertas, alianzas rotas y una persecución que expone las fisuras dentro del grupo liderado por los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán.
Abaten a ‘La Perris’: operativo cierra el cerco sobre Los Chapitos
Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias La Perris, fue abatido durante un enfrentamiento armado el 23 de mayo de 2025, en una zona aún no especificada de Sinaloa. En el tiroteo, que involucró armamento de alto calibre y presunta participación de fuerzas federales, también habría muerto otro integrante del grupo criminal. El evento ocurre tras meses de seguimiento, enfrentamientos y operativos fallidos que buscaban frenar la violencia entre las facciones del Cártel de Sinaloa.
La Fiscalía de Sinaloa, aunque aún no ha emitido un informe completo, confirmó que uno de los cuerpos pertenece a Figueroa Benítez, considerado por el Departamento de Estado de EE. UU. como una figura prioritaria en el tráfico de fentanilo. Estados Unidos ofrecía hasta un millón de dólares por información que condujera a su captura.
De Los Dámaso a Los Ninis: el ascenso de La Perris
Figueroa comenzó su carrera criminal con el grupo de Los Dámaso, pero tras su disolución se integró a Los Ninis, célula al servicio de Iván Archivaldo Guzmán. En ese entorno, se convirtió en jefe de seguridad de Néstor Isidro Pérez Salas, alias El Nini, actualmente preso en Estados Unidos. Su participación fue crucial en eventos como el Culiacanazo de 2019, cuando fuerzas federales intentaron capturar a Ovidio Guzmán.
En 2023, fue acusado en EE. UU. por tráfico de fentanilo y posesión de armamento militar, aunque logró mantenerse oculto. Sin embargo, su suerte comenzó a cambiar en septiembre de 2024, cuando estalló una guerra interna entre facciones del cártel.
Traiciones, fugas y una guerra sin tregua
El 21 de septiembre de 2024, La Perris escapó de un operativo en el sector Tres Ríos de Culiacán, donde presuntamente usó granadas para cubrir su fuga. En el fuego cruzado murió Juan Carlos, un civil inocente. Desde entonces, su paradero fue incierto, y operativos en Navolato, Badiraguato y Mocorito terminaron sin resultados.
A inicios de 2025, surgieron versiones de que habría traicionado a Los Chapitos, filtrando información sobre operadores como El Güerito, El 200 y El Jando, lo que habría sellado su destino dentro del crimen organizado. Aunque se hablaba de un posible pacto con autoridades estadounidenses, su final llegó antes de concretarse.
Implicaciones para la seguridad en Sinaloa
La muerte de Figueroa Benítez podría reconfigurar la estructura interna del Cártel de Sinaloa. Expertos en seguridad indican que su caída podría intensificar la violencia entre grupos rivales al interior de la organización. Además, deja al descubierto la fragilidad de los pactos internos y la presencia de lealtades volátiles en el crimen organizado.
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