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Persisten largas filas hacia Eagle Pass: se anticipa mayor congestión

El periodo vacacional en ambos lados de la frontera puede ser un factor que influya para que se presente el congestionamiento.

Persisten largas filas hacia Eagle Pass: se anticipa mayor congestión : El periodo vacacional en ambos lados de la frontera puede ser un factor que influya para que se presente el congestionamiento.
José Gaytán
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Durante toda la presente semana, el cruce fronterizo hacia Eagle Pass ha presentado largas filas de vehículos, un fenómeno que continúa afectando a quienes transitan regularmente entre México y Estados Unidos, particularmente a través de los puentes internacionales que conectan con Piedras Negras.

De acuerdo con los usuarios frecuentes, los tiempos de espera promedio van desde los 45 minutos hasta una hora en los días con tráfico fluido, pero pueden extenderse hasta dos horas durante los fines de semana o en horarios pico. Esta situación genera molestia y desesperación entre los automovilistas, en especial aquellos que cruzan a diario por motivos laborales, escolares o comerciales.

Uno de los factores determinantes en este incremento en los tiempos de espera es el periodo vacacional de verano en Estados Unidos, que ya se encuentra en pleno desarrollo. Miles de familias estadounidenses aprovechan este tiempo para realizar viajes, hacer compras o visitar a familiares del lado mexicano, lo que aumenta considerablemente el flujo vehicular en ambos sentidos.

Pero no solo eso. Del lado mexicano, el calendario escolar también se aproxima al receso de verano, lo cual anticipa una doble presión en la infraestructura fronteriza, ya que las familias mexicanas también incrementarán sus cruces hacia la Unión Americana para actividades turísticas o de consumo.

Además del factor vacacional, existen otros elementos que inciden en esta situación. Uno de ellos es la implementación de revisiones más minuciosas en los accesos por parte de las autoridades estadounidenses, como parte de las estrategias migratorias y de seguridad. Estas medidas, aunque comprensibles desde una perspectiva de control fronterizo, ralentizan el flujo de vehículos y, en conjunto con la alta demanda, generan las ya conocidas filas que se extienden por kilómetros.

A lo largo de los últimos años, el comercio transfronterizo, el turismo médico y el consumo binacional han convertido a Piedras Negras-Eagle Pass en uno de los cruces más activos del norte del país. Sin embargo, la infraestructura actual parece insuficiente para atender la creciente demanda, en especial en temporadas de alto flujo como las que se experimentan en verano o durante festividades.

Por otro lado, a pesar de que existe una expectativa de mejora con la ampliación o modernización de instalaciones aduaneras en ambos lados de la frontera, los tiempos de implementación y ejecución de estos proyectos no son inmediatos, por lo que los usuarios deberán seguir enfrentando las demoras al menos durante esta temporada vacacional.

El comercio local también se ve impactado. Negocios que dependen del flujo constante de clientes binacionales ven afectada su operación cuando el cruce se vuelve tedioso o incierto. Igualmente, los trabajadores transfronterizos pierden tiempo valioso al tener que salir con horas de anticipación para poder llegar puntuales a sus empleos del otro lado del río.

Más allá de los efectos inmediatos, estas largas filas son un recordatorio del desafío estructural que representa la movilidad en las zonas fronterizas. La región vive en constante interacción, pero las herramientas disponibles para facilitar esta relación —como los cruces fronterizos— no siempre están alineadas con la realidad actual de la demanda.

En el caso específico de Piedras Negras y Eagle Pass, es evidente que el crecimiento económico, comercial y demográfico de la zona requiere una planeación fronteriza más robusta y con visión de largo plazo, que no solo contemple la cantidad de vehículos, sino también la eficiencia tecnológica, el capital humano y los mecanismos de control migratorio sin entorpecer el dinamismo local.

Mientras tanto, la población usuaria debe adaptarse a los contratiempos. Algunos han optado por modificar sus horarios de cruce, evitando las horas pico, o bien, utilizar herramientas digitales para verificar el tiempo estimado en los puentes. Sin embargo, estos ajustes no eliminan el problema de fondo: la congestión estructural que año con año se repite sin soluciones definitivas.

Ante la proximidad de las vacaciones en México, la previsión indica que las filas podrían agravarse en las próximas semanas. Lo que hoy representa una molestia moderada, podría convertirse en un serio obstáculo para la movilidad de miles de personas si no se toman medidas preventivas.

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