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Persisten obras inconclusas en colonias de Piedras Negras

En la colonia Mundo Nuevo una vaya con medidas preventivas incomoda a los ciudadanos por trabajos inconclusos.

Persisten obras inconclusas en colonias de Piedras Negras: En la colonia Mundo Nuevo una vaya con medidas preventivas incomoda a los ciudadanos por trabajos inconclusos.
José Gaytán
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Persisten obras inconclusas en colonias de Piedras Negras: En la colonia Mundo Nuevo una vaya con medidas preventivas incomoda a los ciudadanos por trabajos inconclusos.
Persisten obras inconclusas en colonias de Piedras Negras: En la colonia Mundo Nuevo una vaya con medidas preventivas incomoda a los ciudadanos por trabajos inconclusos.

En distintos puntos de la ciudad de Piedras Negras, las obras públicas inconclusas se han convertido en parte del paisaje cotidiano. Las calles intervenidas, las banquetas a medio construir y las señalizaciones improvisadas dan muestra del deterioro que se extiende no solo en el espacio físico, sino también en la percepción colectiva sobre el orden urbano.

Los casos más visibles no se ubican en zonas periféricas o de difícil acceso, sino en puntos concurridos y de tránsito diario. La problemática no está relacionada únicamente con retrasos o pausas técnicas, sino con la ausencia total de continuidad, vigilancia o terminación, dejando estructuras a medias, espacios cerrados al paso y condiciones que afectan la movilidad y la funcionalidad de áreas clave de la ciudad.

Obstrucciones sin explicación y abandono progresivo

Uno de los puntos críticos se localiza en la colonia Mundo Nuevo, en el cruce de las calles Maclovio Herrera y Cuauhtémoc, donde una estructura metálica sostenida por una llanta sirve de improvisado señalamiento para advertir la presencia de una obra que, a simple vista, no presenta indicios de actividad desde hace tiempo. La lona con la leyenda “Precaución Obra en Proceso” ha comenzado a desvanecerse por el sol y el polvo, mientras que el pavimento intervenido muestra brotes de vegetación, síntoma evidente del abandono prolongado.

Otro caso similar se encuentra en el cruce de la calle Fuente, frente a la emblemática Plaza de las Culturas, un punto turístico y recreativo de gran afluencia. Allí también se observa una valla sin mayor información ni presencia de maquinaria o trabajadores. Ambas obras, sin fechas visibles de inicio o conclusión, permanecen sin justificación aparente ni avances, generando incertidumbre sobre su propósito real o eventual terminación.

Consecuencias cotidianas de la inacción

La existencia de obras inconclusas trasciende lo visual y lo simbólico. Las afectaciones que provocan son tangibles: congestionamientos vehiculares en zonas clave, desvíos mal señalizados, riesgos para peatones y conductores, acumulación de basura en espacios cerrados y, en general, una interrupción permanente en la dinámica urbana. Estas condiciones alteran la vida diaria de quienes circulan por las áreas intervenidas, en un contexto donde cada tramo de vialidad funcional es esencial para mantener el flujo de la ciudad.

Asimismo, la imagen deteriorada de estos puntos perjudica la experiencia de quienes visitan la ciudad o transitan por zonas que deberían proyectar orden y modernización. Las obstrucciones parciales, la falta de orden en el mobiliario urbano y la prolongación de estos escenarios degradan la percepción colectiva sobre la gestión del espacio público.

Intervenciones sin información ni trazabilidad

Un elemento que agrava la situación es la falta total de información oficial o técnica en las zonas intervenidas. En las obras públicas, es común que se instalen letreros o placas que indiquen el nombre del proyecto, la empresa ejecutora, el presupuesto asignado, las fechas estimadas de inicio y término, así como el objetivo de la intervención. En los casos observados en Piedras Negras, no existe ningún tipo de señalización informativa, solo estructuras improvisadas con advertencias genéricas.

Esta ausencia de trazabilidad impide conocer si los trabajos están en pausa, cancelados o si simplemente fueron olvidados. La falta de comunicación clara deja en incertidumbre a quienes diariamente conviven con las molestias, y refleja una ruptura entre la infraestructura urbana y el derecho ciudadano a la información sobre el entorno que habita.

Deterioro que se extiende

Cuando una obra permanece inactiva por periodos prolongados, el impacto negativo se multiplica. El deterioro físico se acelera, no solo en el punto de intervención, sino en las estructuras aledañas. La intemperie, la exposición prolongada al tráfico sin control, la acumulación de residuos y el uso no planificado del espacio modificado pueden generar daños mayores que aquellos que se buscaba originalmente reparar o renovar.

En zonas donde las condiciones climáticas son cambiantes y el tráfico es constante, los retrasos en la conclusión de una obra pueden derivar en la necesidad de rehacerla desde el inicio, con los costos que ello implica y el perjuicio adicional para la ciudadanía.

Impacto en la percepción ciudadana

Más allá del daño físico, las obras inconclusas afectan el estado anímico y emocional de las comunidades urbanas. Cada calle cerrada sin razón, cada señal de advertencia colocada sin contexto, y cada promesa implícita no cumplida, contribuyen a un sentimiento de abandono y desconfianza generalizada. Esta situación erosiona el sentido de pertenencia y la conexión con el entorno, promoviendo una cultura de resignación frente al deterioro.

Además, se genera una normalización del desorden, donde lo improvisado y lo incompleto se vuelve parte del paisaje, afectando el estándar con el que se evalúa el desarrollo urbano y la calidad del espacio público.

El entorno urbano, reflejo de prioridades

El espacio público habla por quienes lo usan, pero también por quienes lo construyen. Cuando las obras quedan inconclusas y sin explicación, el mensaje que se transmite es claro: la infraestructura ciudadana no está siendo tratada con la seriedad, planificación ni respeto que merece. Las banquetas levantadas, las calles obstruidas sin fin, y las lonas viejas que prometen una obra “en proceso” sin proceso alguno, son señales que piden respuestas.

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