Pirotecnia en Monclova: una tradición que cada diciembre enciende el riesgo
Protección Civil prevé realizar inspecciones para verificar lugares de almacenamiento, medidas contra incendios y condiciones de seguridad.
Con la llegada de diciembre, el estallido de los primeros cuetes comienza a escucharse en colonias de Monclova. Para muchos, es señal de que la Navidad está cerca, pero para los cuerpos de emergencia es el inicio de una de las temporadas más peligrosas del año. Entre la diversión y el estruendo, una chispa mal dirigida puede convertirse en tragedia.
Un diciembre que dejó huella: quemaduras y dedos amputados.
Daniel Segovia, director del Grupo de Rescate y Urgencias Médicas (GRUM), recuerda bien lo que vivieron el año pasado. Con el rostro serio, describe una escena que se repitió más de una vez:
“Atendimos a varios niños con quemaduras de segundo y tercer grado, y en algunos casos con amputación de dedos por el uso de cuetes. Muchos estaban jugando sin supervisión. El peligro es real y ocurre en segundos”.
Segovia explica que la mayoría de los accidentes suceden cuando los menores manipulan artefactos sin saber cómo funcionan o cuando intentan encender objetos que no prenden a la primera.“Lo que más vemos”, señala, “es que los niños tratan de acercarse para revisar si el cuete está apagado, y en ese instante estalla”.
A esto se suman otros riesgos: incendios en lotes baldíos, quemaduras químicas por pólvora y lesiones oculares por la explosión cercana.
Protección Civil: permisos en revisión y vigilancia estricta
Del lado preventivo, Pedro Alvarado, director de la Unidad Municipal de Protección Civil, informó que ya están coordinándose con la Subsecretaría de Protección Civil del Estado para definir si este año se emitirán permisos para la venta de pirotecnia.
“En años pasados la Subsecretaría emitía un comunicado donde especificaba si habría permisos o no. Estamos en contacto para ver si se van a autorizar y, si fuera el caso, como unidad municipal tendríamos que visitar a estas personas y requerirles sus permisos”, señaló.
Pero no es el único requisito
Alvarado recordó que los vendedores no solo deben cumplir con los permisos estatales, sino también con los que emite la SEDENA, debido a la naturaleza explosiva del material.
La dependencia municipal prevé realizar inspecciones para verificar lugares de almacenamiento, medidas contra incendios y condiciones de seguridad, pues un mal manejo podría desencadenar una explosión o un incendio mayor.
“No se trata de prohibir, sino de prevenir”: GRUM pide supervisión constante
Para Daniel Segovia, la solución no está en desaparecer la pirotecnia, sino en fomentar el uso responsable. Afirma que los menores nunca deben manipular estos productos sin la presencia de un adulto y que es vital que los padres entiendan los riesgos reales.
“Son fracciones de segundo. Un cohete mal manipulado puede cambiarle la vida a un niño. Los padres deben estar atentos, porque una quemadura grave o la pérdida de un dedo no se cura con simples cuidados en casa”.
Segovia insiste en que la mayoría de las tragedias pudieron evitarse con supervisión y educación básica sobre el riesgo de la pólvora.
Una temporada que apenas comienza
Mientras se definen los permisos y los cuerpos de emergencia encienden sus alertas, las calles comienzan a llenarse del olor a pólvora. Cada estallido recuerda que la pirotecnia, aunque forma parte de la cultura decembrina, puede traer consecuencias devastadoras si se usa sin responsabilidad.
Protección Civil y GRUM coinciden: este diciembre, más que nunca, la prevención debe ser prioridad. Porque la tradición no tiene por qué convertirse en tragedia.
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